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Mostrando las entradas de septiembre, 2011

¡Nos Ganamos La Lotería!

Yo siempre he pensado que soy de aquellas faltas de suerte que nunca se gana nada. Me acuerdo que, en mi primera comunión, una amiga, Michelle Warner,  me sugirió que intercambiáramos rifas. Yo le dije que creía que era una excelente idea, y tomé una de las rifas de la mesa y se la di. En su fiesta de primera comunión, el secreto para ganar la rifa era adivinar el color - ella me dijo en secreto, Se parece mucho al color piel ... y por eso dije, "¡Color piel!" Y perdí. El color era curuba . O sea, ni siquiera con pistas pude ganar. Después de eso tengo un recuerdo de la universidad, donde en una rifa me gané una corbata. O sea. Una corbata. WTF. Y muchos, muchos años después, en la fiesta de despedida de año en la empresa donde trabajé por 3 años, me gané un horno tan moderno y tecnológico y fascinante que le faltaba sólo hablar para ser un robot completo. Wow. Ese hornito era algo maravilloso. Cuando me acerqué a reclamar mi premio, totalmente incrédula porque yo nunca me ga

Es mejor ser rico que pobre

En la primera mitad de septiembre, salieron dos noticias cuya juxtaposición temporal - poéticamente anacrónica - engendra la situación oximorónica más real que he experienciado. Por un lado , el Deptartamento Nacional de Desarrollo colombiano declara que una familia colombiana de cuatro integrantes, cuyos ingresos mensuales totales sumen COP$760,000 (cerca de USD$420, a la tasa de hoy), no es pobre. Es decir, esas cuatro personas juntan sus ingresos cada primero de mes y de ahí pagan: arriendo, alimentación, transporte, servicios (agua, luz, gas, teléfono, celular, internet; claro, son los servicios básicos del siglo XXI), educación (si es que son de los pocos colombianos privilegiados con una educación), gastos misceláneos, gastos varios para actividades extracurriculares, pensión, salud, seguro, impuestos y ahorro. Pero no olvidemos el otro lado , en donde el presidente del congreso colombiano, Juan Manual Corzo, la persona más descarada y sin vergüenza que he leído en mi vida, decla

Extraño

Como yo me he ido de mi casa varias veces, he aprendido a no extrañar ciertas cosas. Bueno, eso es mentira. No es que no las extrañe, claro que las extraño. A veces las tengo demasiado presentes. Creo que lo que he aprendido es a no añorarlas, a buscarles un sustituto. Al menos he aprendido a no pensar mucho en ellas. Como el arroz con coco de mi mamá. Aquí en Alemania el arroz, sin ser un lujo culinario, es un placer casi exótico. Y no sabe rico. Sabe a plástico. Un poquito de "gustiarroz" ayudaría. No entiendo por qué el Señor Arroz de las Señoras no ha acaparado este mercado, que tan necesitado está de un buen grano. Pero bueno, eso con suficiente sal deja de saber tanto a plástico, y con papas y brócoli gratinado (es que ahora, de vez en cuando, como brócoli) hasta sabe rico. O al menos eso me digo para convencerme. A veces hacemos paella, y aunque no es lo mismo que el suculento arroz con coco (arroz de coco, como le dice Carmen) de mi mamá, aguanta para saciar la gana

La larga, triste e inconclusa historia de una maestría inalcanzable

Me vine a Alemania (entre muchas otras razones) a cursar una maestría. Llegué en julio del 2010. Eso quiere decir que llevo un año esperando para empezar la maestría... y esto es lo que ha pasado hasta ahora: Los alemanes hacen las cosas bien, y no están aquí para dar "papaya" a nadie. Por cierto, intenté explicar esa frase, dar papaya , a mi familia alemana (Papaya geben), y la verdad es que no resultó muy bien. ¿Qué significa eso, dar papaya ? Es decir, ajá, yo sé, significa poner algo demasiado fácil. Pero, ¿de dónde rayos salió eso? Somos raros, nosotros los colombianos... Bueno, pero ajá, aparte de no dar con el concepto, tampoco dan la papaya. Ellos saben que su idioma es complicado, pero saben también que la supervivencia de su idioma depende de que la gente lo hable. Por eso abren sus puertas con gusto y cariño, gerne , para que vengan inmigrantes al país. Para ello hay que cumplir con uno de dos requisitos: (1) tener un nivel de alemán superior certificado por una