Estoy cansada de esa frase, "Que sea lo que Dios quiera." Y no lo digo porque tenga nada en contra de Dios - no señor, yo soy católica (a medias, pero católica). Pero el tema no es la religión ni Dios. El tema somos nosotros. Dios no es malo (aunque el antiguo testamento más o menos apunte a lo contrario), y no quiere que nos pasen cosas malas. Pero Dios nos dio libre albedrío por algo. Para que hagamos cosas, no para que nos quedemos esperando a ver qué es lo que Él quiere. Por ejemplo: Ayer dije (de pura maldad), "Que sea lo que Dios quiera." Y empezó a llover. La lluvia es obra de Dios. Anda, caí en cuenta, no tengo mercado. Debo salir a hacer mercado. Pero estaba diluviando (Noé andaba por ahí contento con su arca). Es decir, Dios no quiere que salga de la casa. Es decir, Dios no quiere que haga mercado. Es decir, Dios no quiere que haga almuerzo. Es decir, Dios no quiere que coma. OH POR DIOS - ¡Dios cree que estoy gorda! ¿Ese es el Dios en el que cr
a veces, por mucho que intentemos, es imposible sacarnos la realidad de la cabeza...