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Mostrando las entradas de julio, 2013

Si las películas y los cuentos no son de la vida real, entonces ¿qué es la vida real?

A veces las preguntas más profundas emanan de la mente de un minibatiprimo de 4 años. Y qué afortunado es este minibatiprimo por tener una batiprima literata que tiene las respuestas a todas sus preguntas de este tipo (porque a mi que no me pregunte de dónde vienen los niños - eso que lo responda su mamá o sus tías psicólogas). Lo que pasa es que esta pregunta no es tan fácil de responder como mi mamá espera que sea. Bueno, Alejandro, tu has cometido el mismo error que cometió nuestro tío Pimpy hace muchísimos años cuando le preguntó a nuestra abuela qué significa motocicleta . Fue error, digo, porque mi abuela arrancó por dividir morfema y lexema y derivar la etimología hasta llegar a la raíz griega o latina (que en este caso fue pura exageración de Pimpy al contar el cuento, porque, sencillamente, motocicleta viene del francés - no es tan viejo ni complejo). Ya ves que como dijo tu tía en un blog de hace unas semanas, hay una base genética que nos une, porque mientras tu te pr

La nueva tradición de cada 15 años

Ya sabes que celebré mi cumpleaños en Roma (porque leíste esto y esto ). Fue la mejor decisión. En vez de un día (sólo unas horas, realmente) de celebración, he tenido una semana entera de fiesta. Desde el viernes que nos fuimos hasta este viernes pasado, porque celebré con mis amigas un día y con mis compañeras otro día. Por si no lo habías notado, me encantan los cumpleaños. Hace quince años, en 1998, viajé a Europa con un grupo grandísimo. Barro que mis amigas no viajaron conmigo - entonces yo como que no me hallé... Además de eso, no conocía el arte de la selfie , y las cámaras de la época no eran nada como las de hoy. Mi hermana me hizo el favor de mirar mi libro de recuerdos de mi quinceañero, y encontró estas fotos. Intenté tomar la misma foto 15 años después - sin mucho éxito. Pero ajá. La idea es la tradición: Ahora tengo que volver cada quince años a Roma, tengo que encontrar las fotos de 1998 y de 2013 y tengo que compilarlas así, como ahora. Y aunque este viaje de 30 a

30

Acabo de cumplir 30 años - OMG. Por eso quiero compartirte 30 cosas que quizá no sabes de mi. Mi esposo, mi mamá y mi hermana pueden competir a ver cuál de todos gana... 1. Me aterran los fantasmas, y creo en ellos como si hubiera visto uno - nunca he visto uno. Y me encantaría que se me apareciera mi abuela para regañarla por no dejarme ir a su entierro. O mi abuelo, para regañarlo por morirse sin enseñarme a jugar mejor ajedrez. 2. De "chiquita" fui deportista. ¡Deportista en serio en serio! Campeona de natación en Barranquilla (medallas de oro en estilo libre y pecho, plata en mariposa); jugadora más valiosa (MVP) dos veces, una como pitcher del equipo de softball y una en el equipo de basketball. Estuve en el equipo de tenis de mesa en mi universidad en Augusta (mi entrenadora y amiga era campeona nacional). Fui porrista (nunca gané nada). Nunca jugué fútbol porque mi mamá insistía (¿insiste?) en que ese es un deporte de hombres. 3. No me gusta dormir (el acto de ac

El problema de lo gratis

Cuando conocí a mi esposo , me dijo que su gran sueño en la vida era irse a Alemania a estudiar mecánica automotriz. Ese sueño se volvió como un mantra, de esas cosas que uno repite tanto esperando que se vuelvan realidad. Pero mi esposo, muy de la vida real, es consciente de que no basta con sentarse a esperar a que las cosas buenas le pasen a uno, sino que uno tiene que buscar esas cosas buenas y cogerlas por los cuernos. Entonces se puso las pilas, buscó las oportunidades y se vino para Alemania. (y yo ahí detrás) Estando aquí, concretó su sueño: quería estudiar mecánica automotriz en Mercedes. Después de haber hecho prácticas iniciales de un par de semanas y de mandar hojas de vida a todos las posibles opciones, recibió invitación de Audi - pero dijo que no, porque estaba esperando a Mercedes. Recibió tres invitaciones más - pero dijo que no, porque estaba esperando a Mercedes. Y finalmente llegó la invitación de Mercedes. En 6 meses, dos sueños cumplidos. El mes pasado mi es

Era "pie", de pastel, no de piecesitos

Cuando yo misma leí el post del lunes , quedé sorprendida de haber escrito un post tan ininteligible, tan confuso y tan complicado. Al redactar el post, lo re-leí, y claro, teniendo la idea fresca en la mente, no me cupo la menor duda de que todo estaba perfectamente en orden. Pero cuando lo volví a leer ayer después de la llamada de mi papá ("¿Dónde puedo conseguir pies de esos?"), caí en la cuenta de que algo estaba muy mal. Entonces, querido lector fiel, que por "gringo wannabe" o por polilinguismo fascinante o por gran capacidad de imaginación o por pena conmigo o por falta de tiempo - o por lo que sea - no te has quejado de no haber entendido el post del lunes pasado, me refería a pie , como este: y no a este pie: Oops :-)

de puertas cerradas y té y pie

Yo soy una cobarde - de eso puedes ver evidencia aquí y aquí . Pero lo raro es que en las situaciones en las que sí debería sentir miedo, me siento plenamente relajada. Mi ritmo cardíaco se mantiene tranquilo, mi respiración ininterrumpida, y no hay rastro de mi risa nerviosa. El viernes pasado me reuní con amigas a comer pie de fresa y tomar té - sí, somos muy firififí dedito parado, porque ajá. Estando ahí, en plena francachela y comilona (el pie estaba delicioso), la dueña de casa (¿mamá Ratona?) fue a abrir la puerta de la sala para ir a la cocina a traernos más pie (no sé por qué a los alemanes les encanta mantener todas las puertas cerradas) y cayó en la cuenta de que - OH POR DIOS - la puerta estaba cerrada. Y no sólo cerrada, sino cerrada y sellada. Había un problema con la chapa y yonoséqué y el punto es que nos quedamos encerradas en la sala. Encerradas sin pie y sin té - para mi, esa fue la tragedia. Mi amiga empezó a respirar rápido, a ponerse roja, sudar un poco, su