¿Por qué tengo la realidad en la cabeza?

Yo no tenía ni idea que estaba embarazada. Yo estaba segura que era indigestión por mal sushi - y eso le dije a mi esposo cuando llegó a la casa ese viernes, que estaba indigestada. Me invitó a mi restaurante preferido (era nuestro ritual de viernes de date ), indigestada y todo, y me miró totalmente convencido de sus palabras: "Estás embarazada." No era una pregunta, no era una suposición. Él sabía que su hijo, mi hijo, nuestro hijo, estaba creciendo ahí adentro, adentro de mi barriga defectuosa, sin vesícula biliar, con gastritis e indigestión. Mi esposo sabía y yo le dije que estaba loco. El sábado madrugadísimos me hice una prueba y salió positiva - yo estaba aterrada, él estaba feliz. Esperamos a que fueran horas hábiles y fuimos a comprar más pruebas. 21€ en pruebas. Las gringas, las nacionales, las caras, las baratas, las que dicen "estás embarazada" y las que sacan liniecitas como jeroglíficos que hay que descifrar. Todas positivas, de una, sin titubeos

Me salgo del itinerario semanal con un post un miércoles por una buena causa - quiero presentarte la iniciativa " adiuvo - microfilantropía creativa ". El texto a continuación es tomado de la página de la iniciativa. adiuvo - microfilantropía creativa es una iniciativa social que usa la creatividad y las acciones colectivas para que todos  podamos aportar a la solución de los problemas más apremiantes de la sociedad. Todos podemos ser filántropos de manera sencilla. Aprovechamos las acciones cotidianas para inspirar aportes colectivos hacia soluciones específicas. Nuestro enfoque 2014 - 2015: Impulso a la Equidad Educativa en Colombia. ¿Cómo puedo hacer microfilantropía con adiuvo? Muchos ciudadanos han ya creado, aportado y difundido esta iniciativa. Tú también puedes participar de las siguientes formas en las campañas y proyectos: 1. Creando campañas para liderar la recolección de fondos para proyectos identificados por adiuvo. 2. Contribuyendo a una campaña en movilizac

Esa es la forma bonita de hablar del karma: diciendo, uno cosecha lo que siembra . Es lo mismo que dice la Biblia, algo así como "trata a tu prójimo como quieres que él te trate a ti." ¿Cierto? Y es una ley básica de modales y decencia, ser gentil con el otro esperando que el otro sea igualmente gentil contigo. Lo que pasa es que, a veces, por mucho que trates, no logras que el prójimo se porte bien contigo, porque a veces el prójimo tiene un mal día, o simplemente no le caes bien, o no le da la gana. Y aunque Jesús dijo algo de poner la otra mejilla, no todos estamos siempre dispuestos a ser los "más maricas" que ponen la otra mejilla. Yo, al menos, no. Recientemente me tocó -- estoy pensando en la metáfora correcta... Recientemente me tocó, eh, romper mi relación con el chocolate. Ahí está. Recientemente dije que no quería volver a comer chocolate. El chocolate siempre había estado ahí para mi, o al menos eso parecía, pero el bien que me hacía el cuadradito (o

Generalmente no pido (ni recibo) consejos, pero en los pasados meses he estado más que abierta a ellos - hasta los he pedido públicamente a conocidos y extraños. Tengo que aceptar que los consejos que he recibido durante mi embarazo han sido geniales; he recibido algunos totalmente útiles y necesarios, y unos que dan tanta risa que hasta los he seguido para reírme de mi misma y de todas las mujeres del mundo.  Me he mantenido alejada del internet en general, pero estoy siguiendo un blog que se llama "Scary Mommy," en el que mamás (gringas) escriben sus experiencias de manera cruda, graciosa, y con excelentes habilidades literarias. De entre todas las cosas que he leído y de todos los consejos que he recibos (por teléfono, en persona o por email), los siguientes son mis preferidos: - Duerme. Duerme mucho, porque más nunca vas a volver a dormir. Aparte de ser mi consejo preferido (¡me están obligando a dormir!), es el más frecuente. Y me alegra informar que lo he se

Hace un par de semanas nos reunimos en nuestro apartamento con unos amigos a comer fondue de queso y disfrutar del fin de semana y de la compañía mutua. Como es de esperarse, las mujeres estábamos en la cocina preparando las cosas, y los hombres estaban en la sala sentados arreglando el mundo. Mientras cortábamos pan y pimentones y mezclábamos los quesos, W me preguntó si ya M me había contado de sus planes. Dije que no, que echara el chisme, que desembuchara. Y M dice, "Bueno, he estado pensando que voy a hacer el doctorado igual que tu, porque ajá." Porque ajá. Yo soy barranquillera. Yo sé lo que porque ajá significa sin que me lo traduzcan, y no me molesta. Es más, me parece una de las frases más útiles y necesarias del español. Pero en esta ocasión, por primera vez en mi vida la frase me sacó de quicio y me ofendió hasta lo más profundo de mi ser. (Creo que últimamente me estoy ofendiendo muy fácil...) Ven te explico: desde que tengo uso de razón, mi sueño ha si