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Mostrando las entradas de abril, 2011

Una cosa es una cosa, y otra cosa es--

Una cosa es "a cuántos grados estamos hoy", y otra muy diferente es "a cuántos grados se siente que estamos hoy". Yo vengo de la Capital de la República del Atlántico, de Barranquilla - la Puerta de Oro de Colombia - donde el clima es lo que se siente. Si decimos que vamos a estar a 35°C, vamos a sentir que estamos a 35°C... quizá 34°C en la sombra. Pero con brisa o sin brisa, 35°C son 35°C. Ahí no hay forma de confundirse. Esa pregunta que tienen que hacerse los cachacos, "¿Qué me pongo hoy? ¿Cómo estará el día hoy?", a nosotros nunca nos toca hacérnosla. La repuesta siempre es la misma, y ha sido la misma desde que antecitos de 1813 unas vacas llegaron a pastar ahí... La respuesta es: Va a hacer calor. A nosotros no nos toca ver el termómetro ni visitar las páginas  weather.com  para ver cómo va a estar el día. Sabemos que va a estar caliente. Delicioso. Perfecto. Soleado. Hermoso. Sin embargo, yo, que soy mejor persona por tener iPhone, descargué l

Los sentidos sienten sensaciones

Y que valga la redundancia: Los sentidos sienten sensaciones. Y este fin de semana, mis sentidos estuvieron sobre-estimulados con sensaciones que creía haber olvidado. Pero hay cosas que no se olvidan; hay cosas que nada más se ponen en el saco del olvido de vez en cuando, pero que están a la mano para traer de regreso a la memoria con el más susurrado y oculto llamado. Vi el mar. Vi el mar interminable, eterno. Vi el mar azul, salado. Vi el mar frío, movido. Y aunque sé que el mar Báltico no me lleva directo a mi casa, al menos pude imaginar que nadando de ahí derecho, saliendo del Kieler Förde y tomando a la derecha en el mar Báltico para pasar por Dinamarca, entrando al mar del Norte y nadando por debajo de Inglaterra, entrando al océano Atlántico y llegando al mar Caribe, ahí derechito, llego a mi casa. Es más, haciendo un súper esfuerzo, creo que alcanzaría a ver el muelle de Puerto Colombia... Es que el mar es mi casa. Independientemente de mi ranaplataneradez , el mar es par

Mi problema es que soy mujer

Mi problema es que soy mujer. Eso lo tengo más que claro. Más que claro a partir de hoy. Cuando llegué a Alemania, me quejé del frío. Y mi problema con el frío era que no tenía suficiente ropa para clima frío, porque ajá, yo, una costeñita de la capital de la República del Atlántico, ¿cómo voy a tener yo ropa apropiada para clima frío? (Vamos a ignorar por completo los 4 ique-inviernos que pasé en USA, y los 3 años que viví en Bogotá, ciudad capital de Colombia a 2,600 msnm, siempre entre 10-15°C.) Traje puras sandalias porque ajá, quién en Barranquilla anda por ahí con zapato cerrado a 35°C en la sombra. Traje camisitas y camisillas porque quién se la pasa forrada en manga larga y cuello-de-tortuga a 30°C cuando cae el sol. Traje shorts y faldas y vestiditos porque quién quiere sofocarse con jeans y pantalones a 28°C en la helada madrugada. Hace 9 meses, y durante los pasados nueve meses, me la pasé congelada porque no tenía la ropa adecuada. Pues sí, sí, mi madre selva muy linda

Yo me empeloto, tu te empelotas, nosotros nos empelotamos, vosotros os empelotais

Aunque al momento de redacción de este Blog la Real Academia de la Lengua Española, en su 21era edición, no reconoce la palabra empelota en español, yo me permito presentarla para consideración en la 22nda edición: em-PE-lo-tar , v.  - (del español mundano, coloquial, informal, con las pelotas al aire --> en pelotas, convertido en e m pelotas de acuerdo a la regla gramatical; usado en la costa caribe colombiana en singular y en el interior del país en plural; ambos usos se consideran correctos); verbo reflexivo de conjugación regular. Quitarse la ropa, desnudarse, desvestirse. // adj.  sin ropa, sin vestido, desnudo. Usos alternos: Ver al diablo empelota , sentir gran dolor, estar en graves problemas. Habiendo ya aclarado el término, propongo entonces un nuevo indicador de primer-mundismo: el empelotamiento. Para ser más específica, el empelotamiento público (empelotamiento púbico). A mi me gusta mi desnudez, lo confieso. Pero me gusta mi desnudez a mi sola, en mi espacio, en

à la Transmi*

* asegúrese de leer la palabra "Transmi" con la entonación correcta, como si fuera en inglés, pronunciando de la manera más gomela todas las letras, y haciendo que el sonido /i/ al final esté innecesariamente alargado. Hay muchas cosas que pueden pasar en un Transmi. Hay algunas que son tan, pero tan raras, peculiares, bizarras, que vale la pena narrarlas - como esta .  Yo monté en Transmi con más frecuencia de la que me gustaría admitir durante un poco más de tres años en Bogotá. Fue tan sólo ese corto, pero eterno, periodo porque sólo viví en Bogotá poco más de tres años. Había días buenos, había días malos (nunca, pero nunca  hubo días con garrapatas); hubo días (muy pocos) en que me pegaba la madrugadita y me iba sentada, tranquila, sin contacto físico, y hubo días (más de los que estoy dispuesta a admitir públicamente) en los que me cogió el día de manera tan exagerada que ni bañarme pude, y mis pobres compatriotas tuvieron que pagar los platos rotos. Casi nunca llegué

Cambio de Procedimiento

Teniendo en cuenta que ya a partir del martes empiezo a estar súper ocupada --bueno, ajá, tan ocupada como una estudiante universitaria debe estar-- y queriendo buscar la forma de optimizar procesos; y viendo que el Internet ofrece muchas opciones para automatización de procesos optimizados; y (acéptolo) estando un poco apenada cada vez que envío un email, como diciendo, "¡Léeme!" (y ahora me imagino a Andrés diciéndome "noseapene")... bueno, ¡te invito a que te registres a mi Blog! A la derecha de esta columna, -------------------------------------------------------------------------> arriba de mi foto (cortesía de Rosita Lama Muvdi), hay un recuadro bajo el título "Sígueme Vía E-Mail", donde podrás ingresar tu dirección de correo electrónico. Haciendo esto, te llegarán todos los nuevos Posts de manera automática. Si te encuentras con algún problema o tienes dificultad llevando a cabo este procedimiento de registro (o sea, Baby), no te preocupes:

¿A qué es difícil adaptarse? (Más o menos plagiado...)

Antes de seguir aquí, te invito a que visites el Blog de mi amiga, colega, "vecina" (en Hamburgo, eso es más o menos vecina, ¿cierto?), y compañera paisa, Catalina Velásquez,  Plasmado en Papel , donde ella expone la pregunta de acuerdo a su experiencia (EE.UU., Finlandia, Dinamarca, Suecia y ahora Alemania). Debido a que ella pregunta a sus lectores y seguidores a qué se nos ha dificultado adaptarnos, yo me tomo la libertad de plagiar su título y contestarle con un Blog. Para mi, depende ful, ful del país al que uno se tenga que adaptar. Este ha sido mi recorrido, y estos han sido mis problemas de adaptación... 2001-2005: Augusta, Georgia, EE.UU. Yo fui una de esas "gringuitas guanabí" de las que la gente se burla: yo era de las que viajaba con alguna frecuencia a USA (ni siquiera Estados Unidos, o sea, / iu-es-ei /), de las que hablaba (y todavía lo hace) más inglés que español, que siente que lee y escribe mejor y más rápido en inglés que en español, que sie

Matices de Gris

Hay un rayito de sol --chiquito, pero intenso-- que cae directamente sobre el cactus que guardo en mi cuarto. Mi cactus es más inteligente que yo, porque en vez de enfocarse en la carrandanga de días grises, lluviosos y nublados que pasa viviendo en Kiel, prefiere centrar toda su atención en este rayito de sol. Mi cactus entiende que que no todo en la vida es blanco y negro. La mayoría de cosas en la vida están cómodamente catalogadas en matices de gris. Hoy, aprovechando el rayito de sol que de seguro no durará mucho (vamos, es Kiel en primavera, después de todo), voy a vivir en matices de gris. Sí, la mayoría del tiempo el cielo primaveral de Kiel está nublado, gris, lluvioso y triste. Pero debido a toda esa lluvia las flores están hermosas: amarillas, blancas, moradas, azules, rosadas intensas. Es una belleza. A veces son sembradas en surcos matemáticamente calculados, siguiendo la perfecta precisión alemana. Pero a veces son rebeldes y nacen silvestres en los lugares menos espera

No pasa nada

De pronto es el gris, nublado, lluvioso y frío día alemán que me pone en este estado nostálgico, pero ajá, igual la vida pasa y las cosas pasan. Y a uno, ojalá, le pasan cosas. Alguna vez leí una conversación entre un padre y su hija (ni siquiera sé si fue en una gran obra literaria, o en alguna de esas noveletas para adolescentes que tanto me gustaba leer de jovencita): el Padre le explicaba a su hija que no le daría permiso para algo porque no quería que "le pasara nada". La hija entonces le contestó que ella esperaba que algo pasara, ya que, qué terrible sería una vida en la que no pasa nada . Y eso es cierto: la idea es que pase algo , y lo que a nosotros con nuestra "inteligencia superior" nos toca hacer es asegurarnos de que ese algo sea al menos aprovechado de la mejor manera posible. Hace 10 años me fui de mi casa. Lo hago sonar mal: no fue que me volé ni nada de eso. Antes de graduarme del colegio apliqué a una beca universitaria en Estados Unidos y me di

Sugarbaker

Últimamente estoy toda intensa viendo la serie "House", sobre un médico que diagnostica a los indiagnosticables , y los trata con procedimientos no sólo poco ortodoxos sino que además ponen en riesgo su vida, y los maltrata emocionalmente... El tipo es un maldito, pero un maldito genio. Muchos se salvan, algunos pocos se mueren. Pero  c'est la vie. Me gusta ver la serie porque, aunque tiene sus partes de novela (el amor no correspondido de House a Cameron o a Cuddy; los problemas de Foreman; Taub y su infidelidad patológica; 13 y sus misterios...), tienen casos súper interesantes. Yo no soy médico ni tengo formación médica. Es más, lo más cercano que tengo yo a la medicina son amigos médicos, que en realidad son perfectos para mi porque yo soy más o menos hipocondríaca. Lo cual es contradictorio, ¿cierto? Una persona que piensa que está enferma viendo una serie de gente que sí está enferma... ah, la ironía de la vida... Pero como decía, me gusta ver la serie, y me gust