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Mostrando las entradas de 2015

Problemas de lujo

De las cosas que más me dan risa son los #firstworldproblems. Me pasan con frecuencia, como cuando me tocó salirme rápido de la tina porque había demasiadas burbujas. Pero hoy, en el grupo de gateo (?? <-- ¿eso se traduce bien? Es un grupo de 7 niñitos, todos de la edad de #littleBabyHergett, que se reúnen a gatear mientas las mamás nos damos abrazos y palabras de aliento), contaba una mamá sobre una conocida de ella que, con dos hijos ya, quedó embarazada. Ella y su esposo deseaban un tercer hijo, de modo que la noticia los puso felices... hasta que fueron a la primera ecografía: tendrían quintillizos. Sí. Quintillizos. Es decir, cinco hijos. El embarazo se desarrolló de manera normal pero, al nacer, uno de los quintillizos murió - y dos de los cuatro restantes resultaron teniendo problemas irreparables. Uno, el menor de los 4, con una mano y una pierna atrofiadas; y la otra, la segunda en nacer, con problemas motores y cognoscitivos. Y ahí fue cuando escuché esta nueva frase, que

Xenofobia

Han pasado un par de días desde los ataques terroristas en París y, aunque (gracias a Dios) no he sido directamente afectada, hoy viví como esto me ha cambiado. Ya ves, sabes que me considero una persona pensante, racional, inteligente; con capacidad de distinguir y con la habilidad de evitar generalizaciones. Creo que soy suficientemente madura para no mezclar el caldo con la tajada y para ver (aún cuando no decir) las cosas como son. Pero hoy todo eso, toda esa madurez e inteligencia se fueron por la borda cuando, durante mi paseo diario con #littleBabyHergett me topé con una mujer "disfrazada" de musulmana, tapada de pies a cabeza, solo los ojos libres. Y mira mi ignorancia: no tengo ni idea cuál es la religión de la señora, pero yo la "otrorizo" y de una la clasifico como algo distinto a mi, y como lo distinto es malo y los medios me han enseñado que lo malo es el Islam, entonces esta señora es una terrorista musulmana y punto. No te he contado que llevaba co

Juguetes

Mi esposo y yo somos unos exagerados. Y lo aceptamos sin pena. #littleBabyHergett no puede ni sentarse solo, y ya estamos pensando en el carro que va a manejar y a qué universidad va a ir. Pero antes de tomar esas decisiones, hemos tomado otras más acordes a su edad y su nivel de desarrollo. Por ejemplo, sus juguetes. Pero #littleBabyHergett es hijo de su papá y él no juega con lo que le dan sino con lo que él quiere. Como, por ejemplo: le compramos una maraca de colores brillantes que deberían estimularlo, ergonómica para ayudar a su motricidad, y con paredes reforzadas para que no suene tan duro. Genial, ¿cierto? #littleBabyHergett prefirió jugar con el empaque, porque el plástico hacía ruido. Aparentemente  el plástico hace ruido más chévere que la maraca. Cuando le empezaron a salir los dientes, le compramos un juguete especial: con manijas a ambos lados para facilitar el agarre, de colores fuertes para estimularlo, con un sonajero en el centro para diversión, con una superficie

Sin obligaciones

Porque yo soy una cobarde que se auto-censura, este post va en metáfora (como la de hace unos años sobre la pasta de dientes). Llevo 5 años en Alemania - mi esposo 6 - y a los dos nos encantan las manzanas. A veces parece que me gustaran a mi más que a él, pero la verdad es que a ambos nos gustan. Ful. Y lo chévere de vivir aquí es que todo tiene su temporada, entonces uno nunca se cansa de nada. Al final del verano empieza la temporada de manzanas, y entonces uno (o sea, yo) empieza a emocionarse con todo lo que puede hacer con ellas, porque desde el año pasado no había manzanas. Ahora empieza la temporada de pie de manzana, pastel de manzana, Apfelstrudel, manzanas caramelizadas, compota de manzana, tarta de manzana, jugo de manzana, mermelada de manzana... ach, me siento como Buba en Forest Gump haciendo el listado de las cosas que se pueden hacer con camarones - soy muy chistosa. Estamos felices con la temporada de manzanas (aunque signifique frío) y no podemos esperar a que lleg

El más grande temor de los padres de un recién nacido

Claro que los padres primerizos estamos muertos del miedo todo el tiempo. Es nuestro nuevo status quo y modus operandi desde que el bebé primero abrió los ojitos. Miedo de cargarlo, miedo de soltarlo, miedo de lastimarlo, miedo de dejarlo caer; miedo de no alimentarlo lo suficiente, miedo de alimentarlo demasiado; miedo de tenerlo demasiado tiempo en brazos, miedo de no tenerlo lo suficiente; miedo de sobre estimularlo, miedo de subestimularlo. Y además están los miedos futuros: miedo de que se caiga montando bicicleta, miedo de que la idiota pelaita boba esa le parta el corazón, miedo de que no lo acepten en el programa universitario que quería, miedo de que sea ful bueno en un deporte pero no lo suficiente para ser deportista profesional, miedo de que se vaya a Tailandia y que le pase algo, miedo de que cuando sea grande no sea feliz... Pero todos esos miedos son tan exagerados y sin fundamento. A un recién nacido no se le puede malcriar; el bebé no se va a dejar morir de hambre

de cómo nos robaron al bebé en un restaurante

Honey yo somos bastante relajados en cuanto a "compartir" a #littleBabyHergett. Mientras mi mamá estuvo viviendo con nosotros, Honey era muy gentil en dejar que la abuela cargara al niño la mayoría del tiempo. "Yo lo voy a tener toda la vida," decía él, "y ella solo unos días más." Muy divino él. Cuando nos vemos con la madrina de #littleBabyHergett, ella lo carga de una vez y no lo suelta hasta que ya ya ya - ya le ponemos la ley (la última vez casi no lo deja comer porque quería seguirlo cargando). La relación de ellos dos es muy linda, y él se siente muy seguro y tranquilo con ella. Y ella, con un hijo único de 14 años, se siente feliz con un bebé de nuevo en brazos. A los amigos que han venido a visitar les ponemos el bebé en el regazo y tomamos fotos. Hay unas geniales, de amigos muertos del miedo con un bebé tan chiquito; y otros muy cómodos, cerveza en una mano, #littleBabyHergett en la otra. Los alemanes, aunque muy gentiles, son más bien dis

La psicología del desarrollo

Mi tía S es psicóloga. Un día, estaba sentada en la mesa del comedor con su mamá y su hijo de entonces poco menos de un año. Ella estaba contándole a su mamá como estaba de complacida con el desarrollo de su hijo, quien (tirando su juguete al piso) estaba aprendiendo el concepto de la profundidad. Recitaba la teoría de memoria (mientras mi primo tiraba su juguete al piso y ella lo recogía y se lo pasaba) sorprendida de su avanzado desarrollo (y mi primo lanzaba su juguete al piso y ella lo recogía) y alardeando de sus habilidades (mientras él volvía a tirar el juguete y ella volvía a recogerlo). A la vez número 32 de esta repetición --el tiraba el juguete al piso y ella lo recogía y se lo pasaba-- se cansó de tanta psicología y de tanto cuento y le dijo, "¡Si vuelves a tirarlo al piso ahí se queda!" Y hasta ahí llego la diversión de mi primo y la psicología de mi tía. Ayer me pasó algo similar a mi... Yo sé (sácate la mano de la boca) que los niños pasan por tres etapas bá

Analizando los CantiCuentos

Yo le canto ful a #littleBabyHergett. A mi me gusta, y creo que a él le gusta. Bueno, él no tiene opción, realmente. Tengo un repertorio chévere de CantiCuentos - de esos que yo escuchaba cuando era chiquita. Pero a veces me quedo sin ideas y recurro al himno de Barranquilla, al de Colombia y al de los Estados Unidos (en ese orden de importancia), y cuando me quedo más sin ideas recurro a "Ironic" de Alanis Morissette. Y cuando la cosa está grave grave, hago un recuento de mis acciones al ritmo de la conga: " ¡Va-mos a cam-biar-nos!  ¡Va-mos a cam-biar-nos!  ¡Va-mos a cam-biar-nos! " Pobre #littleBabyHergett. No lleva ni tres meses el pelao y yo ya le he cantado las mismas canciones tantas veces que estoy casi segura que las reconoce. Y de tanto repetirlas, me he puesto a analizarlas - atención: ser literata no ayuda para nada cuando una se pone a analizar canciones que se le cantan a un bebé a las 3 de la madrugada para intentar dormirlo. Empiezo con el Negro C

"Nada desagradable sale de Lady"

Cuenta la leyenda que, un día, la niñera regaño a Lady, una niñita de pocos años, cuando se estaba sacando un moquito de la nariz. La niñera le dijo, "¡No, Lady! ¡Wacala!", le tomó la manito, le quitó el moquito, y le dio una palmadita en la mano para que aprendiera a no volver a hacerlo. Cuenta la leyenda que, al ver esto, el papá de Lady salió corriendo al rescate de su hija. Le metió con mucho cuidado el dedito meñique dentro de la naricita para sacarle otro moquito, miró fijamente a la niñera, y le dijo, " Nothing disgusting comes out of Lady " - nada desagradable sale de Lady - y se comió el moco. Fin. La leyenda no cuenta más nada. No sé qué pasó con la niñera. Sé que Lady no se come los mocos, ni siquiera 30 años después, porque Lady es mi prima. Y sé, además, que mi tío, el papá de Lady, de verdad se cree ese cuento de que nada desagradable sale de Lady (como conozco a mi tío, estoy segura que incluso hoy le metería el meñique a la nariz a Lady para co

Besos curativos

Tengo dos tíos, T y W, a quienes quiero muchísimo. Son buenos padres de familia, pero tienen ciertas cosas que hasta el 20 de enero de este año me parecían ridículas. ¿Ahora? Ahora con #littleBabyHergett en mi vida no solo los he plagiado descaradamente, sino que me parecen las más altas pruebas de amor.  De mi tío T aprendí a dar besos curativos. T es ful ocupado, trabaja mucho, tiene mucho que hacer. Un día fue con su hijo, mi Batiprimo, a la oficina. Mi Batiprimo estaba jugando en las escaleras (tendría 4 años): el chiste era saltar de dos o tres escalones para abajo. Mi tío estaba ocupado. Mi Batiprimo estaba jugando. Mi tío estaba trabajando. Mi Batiprimo se cayó. Quiero a continuación narrar lo que ocurrió en los siguientes 4 segundos. Cuatro segundos. Y lo sé porque mi puesto en la oficina era directamente al frente de la oficina de mi tío, mirando las escaleras, entonces lo vi todo. Y lo cronometré. Esto fue lo que pasó: Segundo 1: mi Batiprimo se cae al dar una ma

Cierto y no tan cierto

Hay tantas cosas que me auguraron con respecto al embarazo y a tener un bebé... 50 semanas después (41 de embarazo + 9 que lleva #littleBabyHergett en el mundo), me atrevo a hacer mi listado de lo que ha sido cierto, y de lo que no ha sido tan cierto... 1. No vas a dormir más nunca. Lo siento, nuevos padres de familia: no quiero sonar a disco rayado, porque esto es lo que todo el mundo dice. Pero es cierto. Ful cierto. Porque la regla de dormir cuando el bebé duerme solo funciona si y solo si el bebé se duerme de una. Y si no se le cae el chupo. Y si no se le queda atrancada la manito en la sábana. Y si no suspira demasiado duro. Y si no tose de vez en cuando. Y si no estornuda. Y si respira todo el tiempo. Y si no llora. Y si no se queja. Es decir - cuando el bebé duerme, la mamá está o poniéndole el chupo para que no se despierte, o quitándole la manito enredada en la sábana, o revisando que el bebé sí esté respirando y que no se esté ahogando... O la mamá está aprovechando p

Período de prueba

Mi mamá se fue el fin de semana pasado. Se acaba de ir, después de 91 días de visita, y nosotros no terminamos de hallarnos sin ella. Ya no hay nadie a quien llevarle a #littleBabyHergett a las 3 de la mañana para que podamos dormir tres horas ininterrumpidas. Ya no hay nadie a quien pasarle al bebé para que ayude a calmarlo. Ya no hay nadie que se siente atrás en el carro con el niño mientras yo manejo. Ahora somos Honey y yo, solitos con la responsabilidad de hacer de #littleBabyHergett un #CiudadanoConfiable y una persona decente, amable y agradable. Confieso aquí en privado que a ratos me siento como si los pasados 2 meses hubiesen sido más bien un período de prueba, como para ver si Honey y yo finalmente sí somos aptos para ser papás. Siento como si en cualquier momento pudiese llegar un Beamter alemán a quitarnos a #littleBabyHergett para hacer la evaluación, y en tres a seis semanas nos llega la carta con la aprobación o declinación para el permiso para ser papá.

Búsqueda de identidad

La identidad es una cosa interesante. ¿Cómo te identificas tu? Cuando te presentas ante un grupo de extraños, ¿quién eres? Durante muchos años yo decía, "Hola, soy Natalya Delgado Chegwin y vengo de Colombia, Sur América." Me gusta usar mis dos apellidos, y me encanta identificarme como colombiana. Tocaba incluir el Sur América porque vivía muy cerca de Columbia,  South Carolina , y ajá - no quería que hubiera confusiones ahí. Más recientemente me identificada como Natalya, La Literata. Me acuerdo el shock que recibí cuando regresé de Tailandia y yo era Natalya, La Hermana de Nini. No, no, no - Nini es La Hermana de Natalya, no al revés. Pero ajá, tanto tiempo por fuera me cambió la identidad. Aquí en Alemania me he vuelvo Natalya, la candidata a doctorado. Esta identidad ha sido una que he deseado durante años, porque mi sueño en la vida ha sido ser Natalya, PhD . Simultáneamente, soy Natalya, la English Teacher. Me gusta quien soy. Estoy complacida con esta identida

¿Qué estoy haciendo mal?

#littleBabyHergett cumple 6 semanas. En las pasadas seis semanas, la pregunta que más nos hemos formulado Honey y yo ha sido, "¿Qué estoy haciendo mal?" Cuando él llora, nos preguntamos qué estamos haciendo mal, y cómo hacemos para que no llore más. Que si lo alimentamos, que si lo cambiamos, que si lo cargamos, que si lo paseamos, que si lo bañamos... y cuando ya lo hemos hecho todo, nos preguntamos si el otro lo haría mejor - que si Honey lo carga mejor, o que si yo lo paseo mejor, o que si la abuela le canta mejor... y entonces hacemos todo de nuevo. Y #littleBabyHergett sigue llorando. Entonces es inevitable sentarnos, frustrados e impotentes, y mirarnos fijamente - Honey a mi y yo a Honey - y preguntarnos, en serio en serio, qué es lo que estamos haciendo mal. Porque claramente algo estamos haciendo mal. ¿Cierto? Si no, el bebé no lloraría tanto. Claro que, resulta (y aquí se deben estar riendo un poquito todos los padres de familia) que los bebés lloran. Llora

Máquinas vs. Conocimiento y Experiencia Humana

Mira fíjamente esta imagen. Mírala bien. El 12 de junio de 2014, a las 9:25 am, me hice una ecografía en la que la máquina calculó que #littleBabyHergett medía 1.95 cm (chiquito desde el principio, como la mamá), y que de acuerdo a esa medida yo estaba en la octava semana + 3 días de embarazo -- lo que, de acuerdo a los cálculos matemáticos precisos de la máquina, ponía la fecha de nacimiento del bebé el 19 de enero de 2015. Según mis pocos conocimientos médicos (y que por favor el Dr. Gómez y las Dras. Hinestrosa y López me corrijan), los primeros tres meses de gestación del óvulo fecundado son igualitos en todos los casos. Todavía no hay diferenciación de estatura o contextura o rasgos físicos. Todos son igualitos. El desarrollo de todos los embriones es idéntico y sigue el mismo patrón de crecimiento. Es decir, #littleBabyHergett (aunque nació midiendo 48 cm) en sus primeros 3 meses de edad dentro de mi barriga era idéntico a un bebé gigante escandinavo y a un bebé todo e

La única misión

Me tiene fascinada mi bebé. Ya sé que me he vuelto monotemática y tal, pero es que lo único que hago en mi vida desde el 20 de enero, desde hace casi 4 semanas (lo que, sorprendentemente, no equivale a un mes), es ser mamá del pedacito de humano más dependiente que he conocido en mi vida. Ahora bien: según mi mamá, y mis médicos, y la partera, y mis amigas mamás, #littleBabyHergett es perfectamente normal y actúa como un bebé normal. Pero (confieso) yo nunca, en 31 años, había estado cerca de un recién nacido. Entonces para mi todo es nuevo. Todo. Como todo es nuevo, todo me sorprende. Como que duerma solo dos horas. Es decir, no tengo tiempo para mi: o estoy alimentándolo, o estoy durmiéndolo, o estoy mirándolo (asegurándome de que respira). Como de afán, duermo con un ojo abierto, y me baño ... este ... cuando se puede. Me sorprende que llora mucho, y que yo (con lo inteligente que soy y tal) no he aprendido a diferenciar su llanto. No sé cuándo es llanto de hambre ni cuándo es

Tras bambalinas

Ser mamá es lo mejor que me ha pasado en la vida. #littleBabyHergett es un regalo de Dios. Cuando me mira a los ojos, mi corazón se derrite (son las hormonas). Cuando sonríe, aunque soy plenamente consciente de que es un reflejo y no un acto pensado y calculado, el mundo se detiene y por un instante somos solo él y yo, sonriéndonos, y todo es perfecto. Cuando duerme quiero despertarlo (para asegurarme de que respira) para que vea el mundo que lo rodea. Todo eso es cierto. Esa es la verdad. Así me siento en serio. Pero tras bambalinas, lo que pasa en privado cuando la visita se va y cerramos la puerta... Esa es otra historia. Yo no sé por qué a las mamás les encanta contar las historias de terror del parto, pero nunca cuentan lo que pasa cuando llegan a casa con el bebé. Yo tenía miedo del parto (y después de lo que me pasó, era miedo con razón), pero nunca miedo de traer al bebé a casa. Sería difícil, me lo imaginaba, pero entre mi esposo, mi mamá y yo, lo lograríamos.  Va

Ya esto fue lo que fue - parte 2

¡Llegó #littleBabyHergett! El 20 de enero a las 12:26 de la madrugada, pesando 2790 gramos y midiendo 48 cm, #littleBabyHergett nos cambió la vida. No quiero compartir muchos detalles, pero digamos que no se me cumplió el deseo de un parto aburrido. Es un cuento hasta chévere que maybe un día quiera compartir. Pero lo que sí quiero compartirte de una es que nació sano, perfecto, completico. Nació con los pies del papá (a pesar de mis ruegos), pero parece que no con mi nariz. Esperar a ver qué... No nos dieron manual (si alguien tiene uno, que por favor me mande el PDF), pero entre la partera, la abuela y el instinto paternal que se nos ha despertado a Honey y a mi, estamos haciendo nuestro mejor esfuerzo. Mañana cumple 2 semanas de vida, así que hasta el momento no ha habido embarradas graves.  *toco madera* Al salir de la clínica, nadie nos pidió una nota del médico aprobando la salida. Nadie nos miró a ver si el bebé sí se parecía a nosotros, o si nos estábamos roban

Robotina

Hay una parte de mi (una pequeña parte) a la que le da pena aceptar que me he vuelto el tipo de persona que se alegra de que le hayan dado una aspiradora de navidad. Sí, así es: el Niño Dios me trajo una aspiradora de navidad. Y la verdad, a calzón quitado y sin pelos en la lengua y haciendo uso de la veracidad en este nuevo 2015, la verdad es que no me puse contenta: Me puse extáticamente feliz, el equivalente a brincando en un pie (porque con nueve meses de embarazo brincar en uno o dos pies es igualmente imprudente y peligroso), con una sonrisa que me hizo doler los cachetes. Hey, en serio, hey, creo que fue mi regalo preferido. Y me dieron ful regalos chéveres esta navidad pasada. Es más, es posible que sea mi regalo preferido en los pasados 31 años. Pero es que esta aspiradora... ¡UF! Lo que pasa es que no es una aspiradora cualquiera, no señor. Esta es la iRobot Roomba 3000: ¡Es Robotina! Es una máquina brillante: ya ha hecho un mapa del apartamento, de modo que sabe c

Viviendo con mi mamá - again

Yo viví con mi mamá casi 18 años. Fueron súper chéveres - si no me crees, busca los posts en los que te cuento cómo me despertaba para ir al colegio con canciones y desayuno en la cama. Si eso no es vida, no sé qué es. Y ajá, me dieron la beca, cumplí 18, y me fui. Así como así. Si nuestra relación antes era buena, ahora que ya no vivíamos juntas era perfecta. Claro, hey: yo era la hija pródiga que volvía a la casa de vacaciones y me trataban como una reina. ¿Qué cómo se mejora un desayuno en la cama todos los días? Imagínate cómo me trataban de bien que en los días malos solo había desayuno en la cama. O sea. La envidia es mejor despertarla que sentirla... Y entonces ahora, muchos años después, por fortuna no frente a un pelotón de fusilamiento (pero eso a veces suena menos peor que 40 semanas cumplidas de embarazo), mi mamá vino a verme a mi. Vino a mi casa. A mi espacio. Y vino por dos meses.  Oh. Por. Dios.  Ya verás: yo tenía una rutina. Yo tenía procedimientos. Yo ten

Ya esto fue lo que fue

Me gustaría decirte que en este blog de hoy te voy a poner perfectamente al día con todo. Pero no. Al contrario. Escribo esto todavía en el 2014, aunque lo lees en el 2015 (magia y tal). Toda la información que lees aquí hoy está desactualizada. Por ejemplo, #littleBabyHergett no ha nacido todavía, aunque su fecha de llegada está estimada para mañana, 13 de enero. Pero ajá, maybe el pelao salió acelerado (como la abuela, que desayuna con Red Bull) y nació antes. O maybe el pelao va a ser ful barranquillero, de esos que llegan tarde a todo, y vendrá cuando venga. O maybe el pelao va a ser alemancito en serio y nace mañana, como debe ser. No sé. No sé cuando voy a volver a escribir. No sé cuando voy a volver a tener cuentos que quiera compartir.  No sé si estoy preparada para decirte su nombre y montar fotos. No sé qué tipo de mamá voy a ser... Lo que sí sé, hoy todavía en el 2014, es que estoy feliz con esta nueva etapa de mi vida, y que si bien no quiero dejar mi blog de lado, al m

De sueños y otras barbaridades

Dicen que uno de los efectos secundarios del embarazo son sueños muy vívidos. Dicen que las pesadillas pueden ser brutales, pero que, por el contrario, los sueños sexuales pueden ser hasta más placenteros que la misma realidad. Yo no he sufrido ni de lo uno ni de lo otro (menos mal y ful barro); lo que sí he tenido son unos sueños totalmente mundanos y hasta aburridos, pero tan vívidos y reales que me despierto medio desconcertada. Soñé, por ejemplo, que el jefe de mi esposo lo llamaba a su oficina a preguntarle por qué el blog del lunes pasado había sido tan malito. Que él lee mi blog con mucho placer, pero que si sigo así de aburrida le va a tocar buscarse otra bloguera que explique por qué tiene la realidad en la cabeza. Recuerda que mi esposo trabaja para La Mercedes, y que su jefe es alemán.  Otro día soñé que no podía apagar el agua de la tina y se llenaba demasiado y se derramaba. Pero mi problema no era el agua haciendo desastre en el apartamento, si no que mi hermana m