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Mostrando las entradas de enero, 2015

Robotina

Hay una parte de mi (una pequeña parte) a la que le da pena aceptar que me he vuelto el tipo de persona que se alegra de que le hayan dado una aspiradora de navidad. Sí, así es: el Niño Dios me trajo una aspiradora de navidad. Y la verdad, a calzón quitado y sin pelos en la lengua y haciendo uso de la veracidad en este nuevo 2015, la verdad es que no me puse contenta: Me puse extáticamente feliz, el equivalente a brincando en un pie (porque con nueve meses de embarazo brincar en uno o dos pies es igualmente imprudente y peligroso), con una sonrisa que me hizo doler los cachetes. Hey, en serio, hey, creo que fue mi regalo preferido. Y me dieron ful regalos chéveres esta navidad pasada. Es más, es posible que sea mi regalo preferido en los pasados 31 años. Pero es que esta aspiradora... ¡UF! Lo que pasa es que no es una aspiradora cualquiera, no señor. Esta es la iRobot Roomba 3000: ¡Es Robotina! Es una máquina brillante: ya ha hecho un mapa del apartamento, de modo que sabe c

Viviendo con mi mamá - again

Yo viví con mi mamá casi 18 años. Fueron súper chéveres - si no me crees, busca los posts en los que te cuento cómo me despertaba para ir al colegio con canciones y desayuno en la cama. Si eso no es vida, no sé qué es. Y ajá, me dieron la beca, cumplí 18, y me fui. Así como así. Si nuestra relación antes era buena, ahora que ya no vivíamos juntas era perfecta. Claro, hey: yo era la hija pródiga que volvía a la casa de vacaciones y me trataban como una reina. ¿Qué cómo se mejora un desayuno en la cama todos los días? Imagínate cómo me trataban de bien que en los días malos solo había desayuno en la cama. O sea. La envidia es mejor despertarla que sentirla... Y entonces ahora, muchos años después, por fortuna no frente a un pelotón de fusilamiento (pero eso a veces suena menos peor que 40 semanas cumplidas de embarazo), mi mamá vino a verme a mi. Vino a mi casa. A mi espacio. Y vino por dos meses.  Oh. Por. Dios.  Ya verás: yo tenía una rutina. Yo tenía procedimientos. Yo ten

Ya esto fue lo que fue

Me gustaría decirte que en este blog de hoy te voy a poner perfectamente al día con todo. Pero no. Al contrario. Escribo esto todavía en el 2014, aunque lo lees en el 2015 (magia y tal). Toda la información que lees aquí hoy está desactualizada. Por ejemplo, #littleBabyHergett no ha nacido todavía, aunque su fecha de llegada está estimada para mañana, 13 de enero. Pero ajá, maybe el pelao salió acelerado (como la abuela, que desayuna con Red Bull) y nació antes. O maybe el pelao va a ser ful barranquillero, de esos que llegan tarde a todo, y vendrá cuando venga. O maybe el pelao va a ser alemancito en serio y nace mañana, como debe ser. No sé. No sé cuando voy a volver a escribir. No sé cuando voy a volver a tener cuentos que quiera compartir.  No sé si estoy preparada para decirte su nombre y montar fotos. No sé qué tipo de mamá voy a ser... Lo que sí sé, hoy todavía en el 2014, es que estoy feliz con esta nueva etapa de mi vida, y que si bien no quiero dejar mi blog de lado, al m

De sueños y otras barbaridades

Dicen que uno de los efectos secundarios del embarazo son sueños muy vívidos. Dicen que las pesadillas pueden ser brutales, pero que, por el contrario, los sueños sexuales pueden ser hasta más placenteros que la misma realidad. Yo no he sufrido ni de lo uno ni de lo otro (menos mal y ful barro); lo que sí he tenido son unos sueños totalmente mundanos y hasta aburridos, pero tan vívidos y reales que me despierto medio desconcertada. Soñé, por ejemplo, que el jefe de mi esposo lo llamaba a su oficina a preguntarle por qué el blog del lunes pasado había sido tan malito. Que él lee mi blog con mucho placer, pero que si sigo así de aburrida le va a tocar buscarse otra bloguera que explique por qué tiene la realidad en la cabeza. Recuerda que mi esposo trabaja para La Mercedes, y que su jefe es alemán.  Otro día soñé que no podía apagar el agua de la tina y se llenaba demasiado y se derramaba. Pero mi problema no era el agua haciendo desastre en el apartamento, si no que mi hermana m