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Mostrando las entradas de mayo, 2015

El más grande temor de los padres de un recién nacido

Claro que los padres primerizos estamos muertos del miedo todo el tiempo. Es nuestro nuevo status quo y modus operandi desde que el bebé primero abrió los ojitos. Miedo de cargarlo, miedo de soltarlo, miedo de lastimarlo, miedo de dejarlo caer; miedo de no alimentarlo lo suficiente, miedo de alimentarlo demasiado; miedo de tenerlo demasiado tiempo en brazos, miedo de no tenerlo lo suficiente; miedo de sobre estimularlo, miedo de subestimularlo. Y además están los miedos futuros: miedo de que se caiga montando bicicleta, miedo de que la idiota pelaita boba esa le parta el corazón, miedo de que no lo acepten en el programa universitario que quería, miedo de que sea ful bueno en un deporte pero no lo suficiente para ser deportista profesional, miedo de que se vaya a Tailandia y que le pase algo, miedo de que cuando sea grande no sea feliz... Pero todos esos miedos son tan exagerados y sin fundamento. A un recién nacido no se le puede malcriar; el bebé no se va a dejar morir de hambre

de cómo nos robaron al bebé en un restaurante

Honey yo somos bastante relajados en cuanto a "compartir" a #littleBabyHergett. Mientras mi mamá estuvo viviendo con nosotros, Honey era muy gentil en dejar que la abuela cargara al niño la mayoría del tiempo. "Yo lo voy a tener toda la vida," decía él, "y ella solo unos días más." Muy divino él. Cuando nos vemos con la madrina de #littleBabyHergett, ella lo carga de una vez y no lo suelta hasta que ya ya ya - ya le ponemos la ley (la última vez casi no lo deja comer porque quería seguirlo cargando). La relación de ellos dos es muy linda, y él se siente muy seguro y tranquilo con ella. Y ella, con un hijo único de 14 años, se siente feliz con un bebé de nuevo en brazos. A los amigos que han venido a visitar les ponemos el bebé en el regazo y tomamos fotos. Hay unas geniales, de amigos muertos del miedo con un bebé tan chiquito; y otros muy cómodos, cerveza en una mano, #littleBabyHergett en la otra. Los alemanes, aunque muy gentiles, son más bien dis