Hay una parte de mi (una pequeña parte) a la que le da pena aceptar que me he vuelto el tipo de persona que se alegra de que le hayan dado una aspiradora de navidad. Sí, así es: el Niño Dios me trajo una aspiradora de navidad. Y la verdad, a calzón quitado y sin pelos en la lengua y haciendo uso de la veracidad en este nuevo 2015, la verdad es que no me puse contenta: Me puse extáticamente feliz, el equivalente a brincando en un pie (porque con nueve meses de embarazo brincar en uno o dos pies es igualmente imprudente y peligroso), con una sonrisa que me hizo doler los cachetes. Hey, en serio, hey, creo que fue mi regalo preferido. Y me dieron ful regalos chéveres esta navidad pasada. Es más, es posible que sea mi regalo preferido en los pasados 31 años. Pero es que esta aspiradora...
¡UF!
Lo que pasa es que no es una aspiradora cualquiera, no señor. Esta es la iRobot Roomba 3000:
¡Es Robotina!
Es una máquina brillante: ya ha hecho un mapa del apartamento, de modo que sabe cuánto se demora en limpiar cada cuarto y, de acuerdo al nivel de suciedad que detecte, calcula el tiempo para no quedarse sin pila. Sube y baja obstáculos, se encarama donde debe, y se mete en todos los rinconcitos donde ni yo con la aspiradora normal me metía (pero por floja, no por falta de habilidad o capacidad).
Es una escandalosa, eso sí. Pero es que como buena Robotina que se respete, se tiene que hacer oír. Lo bueno es que no me mira feo cuando ve la cantidad de pelos que boto, ni regaña a mi mamá cada vez que entra a la casa con zapatos y entra tierra de afuera, ni se mete con Honey cuando no recoge del piso las marquillas plásticas de la ropa nueva que le dieron de cumpleaños y de navidad. Ella no juzga. Ella solo hace su recorrido y limpia.
Me encanta. La recomiendo a todo el mundo. Yo todavía estoy en la fase de idiota primeriza que la persigue por toda la casa para fascinarme de su habilidad.
Carmen sigue siendo irremplazable - pero te cuento que el día que Robotina aprenda a cocinar, Carmen corre peligro.
¡UF!
Lo que pasa es que no es una aspiradora cualquiera, no señor. Esta es la iRobot Roomba 3000:
¡Es Robotina!
Es una máquina brillante: ya ha hecho un mapa del apartamento, de modo que sabe cuánto se demora en limpiar cada cuarto y, de acuerdo al nivel de suciedad que detecte, calcula el tiempo para no quedarse sin pila. Sube y baja obstáculos, se encarama donde debe, y se mete en todos los rinconcitos donde ni yo con la aspiradora normal me metía (pero por floja, no por falta de habilidad o capacidad).
Es una escandalosa, eso sí. Pero es que como buena Robotina que se respete, se tiene que hacer oír. Lo bueno es que no me mira feo cuando ve la cantidad de pelos que boto, ni regaña a mi mamá cada vez que entra a la casa con zapatos y entra tierra de afuera, ni se mete con Honey cuando no recoge del piso las marquillas plásticas de la ropa nueva que le dieron de cumpleaños y de navidad. Ella no juzga. Ella solo hace su recorrido y limpia.
Me encanta. La recomiendo a todo el mundo. Yo todavía estoy en la fase de idiota primeriza que la persigue por toda la casa para fascinarme de su habilidad.
Carmen sigue siendo irremplazable - pero te cuento que el día que Robotina aprenda a cocinar, Carmen corre peligro.
PD: a la fecha de redacción de este post, #littleBabyHergett todavía no ha nacido... y ya estoy como cansada de esta guachafita.
Bueno, así como que remplace a "Carmen-Fá" no estoy segura; habría que esperar a que haga mas cosas: cocine rico, se acelere cuando llega el patrón, se entere de los últimos acontecimientos y tenga una opinión sobre todo, de ahi para delante, si, es verdad que fue un buen regalo. Es probable que si viniera a vivir a este lado del mundo (como saben estoy en Kiel de superabuela..!) pensaría en los beneficios de Robotina. Pero, la posibilidad de que me venga a vivir de este lado es tan viable como que reconozcan que #sifuegoldeyepez #marianoseajuniorista #kielcelebrecorralejael20deenero
ResponderBorrarÓyeme que bueno que se ve ese robot...me antoje!
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