Dicen que uno de los efectos secundarios del embarazo son sueños muy vívidos. Dicen que las pesadillas pueden ser brutales, pero que, por el contrario, los sueños sexuales pueden ser hasta más placenteros que la misma realidad. Yo no he sufrido ni de lo uno ni de lo otro (menos mal y ful barro); lo que sí he tenido son unos sueños totalmente mundanos y hasta aburridos, pero tan vívidos y reales que me despierto medio desconcertada.
Soñé, por ejemplo, que el jefe de mi esposo lo llamaba a su oficina a preguntarle por qué el blog del lunes pasado había sido tan malito. Que él lee mi blog con mucho placer, pero que si sigo así de aburrida le va a tocar buscarse otra bloguera que explique por qué tiene la realidad en la cabeza. Recuerda que mi esposo trabaja para La Mercedes, y que su jefe es alemán.
Otro día soñé que no podía apagar el agua de la tina y se llenaba demasiado y se derramaba. Pero mi problema no era el agua haciendo desastre en el apartamento, si no que mi hermana me había contestado la llamada por facetime pero no me paraba bolas (cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia...).
Soñé que mi esposo me dejaba porque su ex novia le dejaba un mensaje de voz diciendo que ellos deberían estar juntos, y le mandaba "besitos", y ajá. Mi espos, mientras empacaba para irse, me dijo que me dejó por el mensaje y yo misma dije, "ah, no, Honey, claro que te tienes que ir con ella", y lo decía en serio. Es que le mandó "besitos". O sea.
Soñé que estaba haciendo desayuno y que me quedaba rico. Me levanté (en la vida real) a las 3 am con un hambre que daba miedo.
Soñé que el bebé llegaba a tiempo, y que estábamos en la casa todo normal. Nada raro. Nada de detalle. Todo normal.
Soñé que revisaba mis emails.
Creo que estoy agradecida de no tener pesadillas, porque vívidas serían terribles. Pero ya me gustaría soñar algo mínimamente interesante. O, por lo menos que cuando el jefe de mi esposo lo llame a su oficina, sea para decirle que el blog de esta semana estuvo excelente.
Tu sabes, cualquier barbaridad de esas.
Tu sabes, cualquier barbaridad de esas.
Ntalya,, quiero que sueñes que cuando leo lo que escribes (y sé que a muchos de tus lectores nos pasa) me da risa, pero risa de verdad verdad, no sonrisita de esas que estoy utilizando cuando salgo a caminar aquí en Kiel y alguien me mira para hablarme y yo tímidamente con "una de esas sonrisitas" le digo "anda, sorry I speak english, ¿tu hablas español? y ambos seguimos nuestro camino. No Natal, cuando leo algunos de tus escritos, como el de hoy, realmente me da risa, es que alcanzo a imaginarme al Aleman, al "dueño de la Mercedes" diciéndole a Gustavo en perfecto aleman... ¿you know what I mean? En algunas ocasiones se me agüan los ojitos, en otra realmente me pongo a llorar, pero hoy, me hiciste reir. Ahí te dejo un tema chévere para soñar.
ResponderBorrarCuál será ese sueño interesante que Natalya quiere tener?? Ojalá sea antes que venga Rolf!!!
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