Yo siempre he sabido que soy la hija preferida de mis papás. Es una verdad científicamente comprobada. No es subjetiva y no está abierta a discusión. Para mi, por ejemplo, siempre se ha hecho un plato diferente en todas las comidas; todavía se hace cuando voy a la casa de visita. Yo, por ejemplo, tuve cuarto sola y cama sola de primero, antes que mi hermana. Yo me ponía la ropa que yo quisiera ponerme. Mis papás me mandaban de vacaciones a donde yo quisiera ir. Mi mamá se metía a la piscina conmigo. Me papá me llevaba a trabajar con él. Queda claro, entonces, que fue, y sigue siendo, mi pobre hermana la que tuvo la atención y el amor de mis papás como "segundo plato." Ahora que tengo hijos yo, quiero no cometer los mismos errores de mis papás; no quiero que Rolf se siente preferido sobre Christoph, ni que Christoph sienta que Rolf es el preferido. Entonces compramos dos de todo, tratando de que sea del mismo color para que no haya ni la más mínima posibilidad de sentir
a veces, por mucho que intentemos, es imposible sacarnos la realidad de la cabeza...