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De preferencias, amores y comparaciones

Yo siempre he sabido que soy la hija preferida de mis papás. Es una verdad científicamente comprobada. No es subjetiva y no está abierta a discusión.

Para mi, por ejemplo, siempre se ha hecho un plato diferente en todas las comidas; todavía se hace cuando voy a la casa de visita. Yo, por ejemplo, tuve cuarto sola y cama sola de primero, antes que mi hermana. Yo me ponía la ropa que yo quisiera ponerme. Mis papás me mandaban de vacaciones a donde yo quisiera ir. Mi mamá se metía a la piscina conmigo. Me papá me llevaba a trabajar con él.

Queda claro, entonces, que fue, y sigue siendo, mi pobre hermana la que tuvo la atención y el amor de mis papás como "segundo plato."

Ahora que tengo hijos yo, quiero no cometer los mismos errores de mis papás; no quiero que Rolf se siente preferido sobre Christoph, ni que Christoph sienta que Rolf es el preferido. Entonces compramos dos de todo, tratando de que sea del mismo color para que no haya ni la más mínima posibilidad de sentir preferencia del uno sobre el otro.

Entonces resulta que, como es el karma es como es, Rolf tampoco come - igual que yo en esa época. Entonces yo también le hago un plato diferente a él que a Christoph, para evitar la pelea diaria 3 veces al día. Y realmente el que termina ganando es Christoph, porque desayuna dos veces, almuerza dos veces, y cena dos veces; es decir, buffet de desayuno, almuerzo y cena. Rolf cree que es el preferido, porque se le hace comida especial; Christoph cree que es el preferido, porque come dos veces, todas las veces.

Entonces resulta que, como el karma es como es, Rolf tuvo cama y cuarto solo de primero - igual que yo en esa época. Claro, si Rolf fue hijo único 3 años, claro que tuvo cama y cuarto solo primero y se siente el preferido. Y realmente el que termina ganando es Christoph, porque nunca va a sentir el miedo de despertarse solo, y desde que nació ha tenido el privilegio de hacer guachafitas nocturnas con su hermano mayor.

Entonces resulta que, como el karma es como es, Rolf se pone la ropa que él quiera ponerse - igual que yo en esa época. Lo que pasa es que Rolf tiene un ajuar limitado, por así decirlo. Es decir, tiene su ropa y ya. Le gusta, la elije, se la pone, y tomos felices y comemos perdices. Y realmente el que termina ganando es Christoph, porque tiene la ropa de él, y además la ropa que ya no le queda a Rolfie; o sea, doble ajuar. Rolf cree que es el preferido porque tiene su ropa; Christoph cree que es el preferido porque tiene su ropa y además la ropa de su hermano grande.

Entonces resulta que, como el karma es como es, Rolf no se ha ido de vacaciones todavía, pero sí tiene permiso de ir a dormir a casa de amigos e irse de paseo con sus amigos solo, sin sus papás - igual que yo en esa época. A Rolf le encanta, se siente todo adulto e independiente, se siente grande y especial, se siente preferido. Y realmente el que termina ganando es Christoph, porque cuando su hermano grande no está, le damos permiso de comer en el puesto de Rolf, de montarse en la cama de Rolf, de jugar con los Juguetes Sagrados de Rolf, e incluso de dormir en la cama con nosotros. Rolf cree que es el preferido porque tiene una independencia que Christoph no tiene; Christoph cree que es el preferido porque tiene acceso a las cosas prohibidas.

Yo no me meto ni a la piscina ni al mar ni al lago porque el agua es demasiado fría aquí, pero el papá de Rolf se mete con él. Rolf se va a trabajar con su papá o sale a hacer vueltas importantes conmigo. Y realmente el que termina ganando es Christoph, porque cuando uno de los dos se va con Rolf, el otro le da su atención completa. Rolf cree que es el preferido porque tiene la atención absoluta de su mamá o de su papá por un momento; Christoph cree que es el preferido porque tiene la atención del otro por el mismo momento.

Ahora que soy mamá de dos hijos, he pensado mucho en las mamás que me marcaron y cuyo ejemplo quiero seguir. La cantidad que errores que cometieron y que yo muy presta juzgué y critiqué antes de ser mamá yo misma, del tipo, "cuando yo tenga hijos NUNCA voy a hacer eso". Cómo será que hace unos meses le mandé un mensaje de voz de más de 4 minutos a mi Auntie Mafer pidiéndole perdón por algo que había pensando - pensado, no lo dije en voz alta nunca, solo lo pensé - hace 15 años cuando mi Batiprimo era un niño chiquito.Y la cantidad de cosas que le critiqué a mi abuela y a mi mamá y a mis amigas que fueron mamás antes que yo y a mamás que no conocía.

Porque juzgar es muy fácil.

Pero ahora, viendo todo lo que yo hago como mamá que mi mamá hacía por mi para hacerme sentir la preferida, son cosas que hacemos para darle preferencia a ambos. Para que ambos crezcan pensando que son los preferidos. Porque si le preguntas a Nini, ella no cree, ella sabe que es la preferida. Y es que las comparaciones son odiosas, pero el parecido entre Rolf/Natalya y Christoph/Nini es algo que asusta. El ADN no es un invento. Los 7 alelos que compartimos mi hermana y yo no son bibidi bopity boo, sino una verdad científica.

Y si mi mamá logró criarnos de modo que ambas supiéramos con absoluta certeza que éramos la preferida, entonces no hizo nada mal. Ojalá mis hijos se sienten, en 30 años, a discutir como el uno es más preferido que el otro, y se den cuenta de que ambos son amados por igual.

Como Nini y yo, aunque ella sea la preferida.

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