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La semana de descubrimientos: lo descubierto

Este post es más o menos la segunda parte de este post. Y si bien no es imperativo leer el post para entender este, te invito a que lo leas - a menos de que seas mi mamá y ya hayas leído todo. Todo todo todo.

Entonces nos fuimos de luna de miel a Francia. Fue una semana de descubrimientos, dije yo, y fueron muchos los descubrimientos.

Descubrimos, por ejemplo, que yo soy una nerviosísima pasajera, pero que Honey es un excelente conductor. Y aunque las carreteras alemanas, la tan famosa Autobahn, es una maravilla de la ingeniería, descubrimos que son muy aburridas. Uno anda y anda y anda, y aún andando a 140 pasan por al lado mercedes, audis, BMs, incluso un ferrari y un corvette, pero también un miserable corsa, nos pasan como si fuéramos lento. Descarados. Por lo menos en las carreteras colombianas uno tiene que estar atento al hueco, o al idiota del bus de al frente, o al pelaíto que sale corriendo de la nada hacia la carretera. Pero por muy buena compañía que yo sea (yo soy excelente compañía), se vuelve monótono, aburrido y cansón al kilómetro 20. Y teníamos más de tres mil kilómetros por recorrer.

Descubrimos que inventar paseíto a principios de otoño, si bien reduce el tráfico (la gente está trabajando o en colegio) y cuenta como "temporada baja"y por eso los precios son un poquito (fuuuuuul poquito) más bajos, llueve todo el tiempo. To.Do.El.Tiem.Po. Toooooodo el tiempo. Nos llovió las 6 horas continuas que nos tomó llegar a Frankfurt (la primera parada, para ver a Fede), y aún en Frankfurt no dejó de serenar.

Descubrimos que el carro está en muy buen estado - anduvo casi mil kilómetros sin problemas.

...pero comprobamos (porque es de conocimiento general, sobre todo para mi esposo experto en motores) que un carro sin agua no anda.

Anda.

El carro sin agua se recalienta, y el carro recalentado se daña. Así lo entiende una literata. Para la explicación técnica, puedes comunicarte con Honey.

Descubrimos que los carros no se dañan en las bombas, donde hay rápido acceso a posibles herramientas, gasolina, agua, baños, teléfonos, internet... ni menos en las bombas del país donde uno habla el idioma sin problemas.

Nooooo.

Los carros se dañan a 19 kilómetros de la siguiente bomba, cuando la pasajera ha estado esperando el "pipi-stop" por floja por ya casi una hora, en el medio de la carretera donde no hay ni posibles herramientas, ni gasolina, ni agua, ni baños, ni teléfonos ni internet - y se dañan en Francia. Sobretodo cuando una no habla francés.

¿Cierto?

A medias.

Los carros se dañan a 12 kilómetros de la siguiente bomba (no hay necesidad de exagerar), en una isla de seguridad vial donde sí hay un teléfono de emergencia. Y los carros en la carretera pasan tan rápido (en Francia, si bien sí hay límite de velocidad, el máximo es 130 km/h) que la pasajera puede pee-pee machen sin que nadie se cuenta.

Ah - y una como que sí habla francés.

Señores Alianza Colombo-Francesa, je vous feliciter!

Descubrimos que, como en todas partes, unos franceses son encantadores y de lo más generosos, y como en todas partes, otros son unos perfectos idiotas.

Descubrimos que todos los franceses buena-gente se llaman Francois. Es decir, todos los franceses buena-gente son clichés.

Y esta fue mi conversación con Francois (hace mucho que no escribo en francés, ¿ok? Las burlas ortográficas se hacen después):

La voiture... la voiture kaputt. Nous sonnes Deutschland. Deutschland. Sprechen Sie - parlez vous deutsch, allemange, english, español? Ok. Je parle frances un peau. La voiture ne pas eau. Le moteur kaputt. Je ne comprend pas, eh, what to do jetzt.

Y no fue que Francois me haya entendido - fue que Francois sí sabía qué hacer, y fue sólo hacerlo: llevarse el carro en grúa.

Descubrimos que tener un seguro completo es excelente, porque aparte de pagarnos hotel en Belfort (donde se dañó el carro), nos pagaron además todo el transporte en Francia para no tener que cancelar nuestros planes. Y nos llevaron de regreso a Alemania en avión.

Descubrimos que París es bonito en viaje 5-estrellas, y que de lo contrario no aguanta. Descubrimos que la Torre Eiffel se ve chiquita, pero cuando estás a 281 metros sobre el suelo reconoces que es enorme. Descubrimos que el fondú es más rico con tomates frescos dentro. Descubrimos que una coca-cola puede costar hasta 16 Euros - ¡un vaso! Es mejor tomar vino...

Y descubrimos todo lo que todos esperábamos que descubriéramos: que Disney es una delicia, que viajar es delicioso, que estar de paseo es genial, y que Honey es la mejor compañía del mundo.

Creo que deberíamos considerar volvernos a casar para poder volver a irnos de luna de miel...

Comentarios

  1. Excelentes realizaciones personales! Comparto lo de la monotonía del Autobahn, es menos terrible para quien conduce porque uno esta pendiente de muchas cosas, pero ciertamente manejar sólod ebe ser una tortura Teutona. No quiero imaginar lo que pudo ser esa manejada sin nadie al lado!

    Me parecio extremadamente divertido tu cuento sobre como tu frances te sacó de aprietos! Mi japones chueco me sacó de aprietos también! Una buena combinación de palabras basicas (y si estas frente a frente con la otra persona) y mimica hace que todo sea posible. Claro esta por telefono relamente la cosa es DURA, asique felicitaciones!

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