Yo no sé dónde habré escuchado yo esa frase (fijo en alguna propaganda de Mastercard...), pero la verdad es que se me ha quedado grabada. Y es que es muy buena. Esa ideología no intenta ir en contra del capitalismo, sino que le da un giro particular a eso del materialismo y del consumismo. Este nuevo mantra me invita a sí invertir, pero a invertir en "cosas" que no recojan polvo en la sala. Por eso, este 2013 fue el año de las experiencias. De cumpleaños y de aniversario de matrimonio #1, mi esposo me regaló una deliciosa tarde de spa, y yo nos regalé un viaje a Roma: De aniversario, mi hermana nos regaló un viaje a Oktoberfest: De cumpleaños a mi esposo (Honey cumplió años el 10 de diciembre) le traje de sorpresa a su mejor amigo: Mi papá, muy divino y muy obediente, es decir, con la misma idea de regalar experiencias y no cosas, me "regaló" a mi mamá y a mi hermana para navidad y año nuevo. Y mi esposo, igual de divino, nos regaló a
a veces, por mucho que intentemos, es imposible sacarnos la realidad de la cabeza...