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Lo que más extraño

Este verano cumplí 12 años viviendo fuera de mi casa. De esos son solo 9 fuera de Colombia, pero nueve años no viviendo en el país es una carrandanga de años. Siempre que entro en el tema de "casa" surge la inevitable pregunta de lo que más extraño. Generalmente contesto lo que mi interlocutor quiere escuchar, "mi mamá," "la comida," "el clima." Pero siempre, sin falta, me quedo pensando, ponderando, dándole vueltas al asunto... y me pregunto entonces a mi misma, ¿qué es lo que más extraño de mi casa?

Mi mamá, claro - eso no es una mentira. Claro que me hace falta mi mamá. Pero con la tecnología (¡gracias, Steve Jobs!) hablo con mi mamá casi todos los días - a veces hasta dos veces al día. Echamos chismes, nos ponemos al día, discutimos los dilemas del día, conversamos sobre la vida. Entonces realmente no me hace falta mi mamá porque soy muy cercana a ella.

La comida, claro - eso tampoco es mentira. Aunque yo hago sancocho de costilla, no es lo mismo al sancocho de finca, ni al de Carmen. Aunque aquí encuentro postres muy parecidos, no es lo mismo - Dulcerna solo hay uno. Aunque mi hermana o mi mamá me mandan paqueticos con Milo y Frutiño, no es lo mismo que el jugo de naranja en la esquina del Parque de la Electrificadora que exprimen al frente mío, y me lo sirven sin azúcar y sin hielo. Además, aquí hay comida deliciosa, así que mi paladar realmente no extraña mucho.

El clima - claro. Uf, pero es que el clima de Barranquilla es una delicia. Pero aquí hay como 3 días de verano barranquillero en todo el año, entonces en esos tres días en que sudo y ando en shorts y chancletas me reencaucho y, la verdad, ya hasta estoy acostumbrada a esto de las estaciones. Entonces ajá, rico el calorcito, pero rica también la nieve.

Los amigos - claro. Pero es que mis amigos están en todas partes del mundo, entonces me hacen falta ellos, pero no mi casa.

Total, me quedo pensando, ponderando, dándole vueltas al asunto... y si bien sí me hace falta mi casa, no entiendo, aparte del cariño, el nacionalismo y el sentimiento patrio, no sé qué es lo que me hace falta. Mi cama, maybe. Carmen. Mi papá. El palo'e'mango - cualquiera. Uy, el raspao de cola con leche.

* * *

El otro día nos reunimos con unos amigos alemanes en nuestro apartamento para ver el partido de fútbol de Colombia contra alguien. Tan importante fue ese partido que ni me acuerdo contra quién fue. Para mi fue rico reunirnos y tomar vino y comer rico. Pero al momento en que empezaron las formalidades del partido, me di cuenta de qué es lo que más extraño.

Mi himno.

Y sé que esto es lo que más extraño porque recuerdo esta sensación en Estados Unidos, y en Tailandia, y en España - y ahora aquí.

Es que uno nunca oye un oh gloria inmarcesible ni un oh júbilo inmortal, y cuando no lo oye, lo extraña. Porque en surcos de dolores el bien germina ya, y si no lo estás cantando no te sientes en casa.  Y suena ese pa parapapa pa pa paaaaa pa - y a mi se me eriza la piel. Porque yo soy colombiana y ese himno es mi casa. Cuando cesó la horrible noche yo sonrío, la libertad sublime y se me hacen agua los ojos, siempre, porque derrama las auroras de su invencible luz. Es irremplazable. Es la casa. Es netamente nuestro, mio, y nos identifica a todos: a mi esposo cachaco y a mi, barraquillerita. Significa lo mismo, ambos lo sentimos. Y todos los colombianos lo sentimos igual. Porque a veces unos quieren arepas y otros patacón - pero todos queremos que la humanidad entera entre cadenas gima y comprenda las palabras del que murió en la cruz.

En Tailandia, solía buscar el himno en internet y oírlo de vez en cuando. Estaba tan lejos - tan, tan lejos. Y necesitaba sentirme en casa. Y cerrar los ojos y cantar mi himno me hacía sentir en casa. Ahora en Alemania, con tanta fiebre de mundial y Colombia tan alta en los escalafones de la FIFA se oye el himno con alguna frecuencia. Y yo, sin importar lo que esté haciendo, me detengo y canto mi himno. Y lo canto desde el alma, con pasión. Porque es mío, es mi casa, es mi país.

Ahí tienes mi respuesta: eso es lo que más extraño. El himno de mi país.

Comentarios

  1. Como aún tengo dos horas en el lobby del Red Lyon Hotel en Los Angeles, California, aprovecho para chequear mi correo. Conmigo hay tres personas mas, cada una en su propio cuento. Comienzo a leer y transportarme. Mis ojitos se van agüando y a medida que sigo en la lectura comienzo a escuchar el himno de Colombia, ya para ese momento estoy literalmente llorando. Claro, es ahí cuando entra un grupo de nuevos huéspedes que tímidamente me miran sin decirme ni una palabra. Menos mal que nadie me dice nada, porque si lo hicieran la pregunta "normal" sería "¿what´s wrong?" a lo que tendría que contestar la verdad (Ciudadana Confiable ante todo...!) y la verdad es "nothing, nothing is wrong, al contrario, todo está bien, MUY bien". Natalya, que lindo que extrañes el himno de Colombia, porque cuando lo escuchas, lo cantas o lo imaginas, confirmas que no matter where you are, Colombia is your home, aún con nuestras imperfecciones, el tercer mundismo, la corrupción, la imputualidad y un largo etc, ese es tu país, al que perteneces, al que visitarás cada vez que puedas y al que quizá algún día regresarás.

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    1. Claro que voy a volver! Pero mientras tanto... gracias a Dios por YouTube :-)

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  2. Es importante el la libertad sublime y no la libertad de Ublime como canto Shakira :P

    Sobre el patriotismo, el amor al himno, etc. si mejor te digo Feliz Navidad y que la pases rebien!

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    1. Ay oye, el patriotismo es chévere! Sobre todo piensa en esto - yo estoy en un país donde el patriotismo se ha confundido con el nacionalismo y es ilegal :-( aquí no hay libertad ni sublime ni de Ublime, ja ja!

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  3. Yo llevo 11 y medio... increible! Te entiendo y me pregunto lo mismo.
    Creo que es una cuestion de "where i belong". Si, so feliz aquí donde estoy, pero Barranquilla, mi casa, es where i belong.
    Después de vivir tantos años por fuera y vivir en varios paises siento que tengo un hogar en cada uno. Cuando voy a Estonia me siento que voy a casa. A piece of home everywhere i have lived, but the place i belong is Colombia :-)

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    1. Yo me siento igual con Augusta, con Kiel, con Bogotá... y hasta con Lampang! Es que home is where the heart is, y yo creo que es inevitable dejar un poquito del heart donde sea que hayamos vivido :-)

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  4. Te entiendo completamente, en India, cuando salía su himno, ellos ni se inmutaban, en cambio yo sí armaba mi bulla con el de Colombia siempre

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    1. Como debe ser!! Y ajá - a qué continente te llevará la nueva aventura??? Ya a mi me está picando un poquito esta vida... tres años en el mismo país... uish. :-) Ay que aprender nuevos himnos!!

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