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Un arroz con mango, o una mezcla del caldo con la tajada - que pito, que flauta

Realmente no soy fan del arroz con mango, ni del caldo con la tajada, que pito, que flauta.

(Traducción para los lectores no oriundos de la Capital de la República del Atlántico: Llámase "arroz con mango" o "mezcla del caldo con la tajada" a dos ideas oximorónicamente juxtapuestas; es decir, dos cosas que se juntan o se comparan sin tener ninguna relación la una con la otra, para explicar algo ajeno a ambas. En la mayoría de los casos, y cuando más aplica la "mezcla del caldo con la tajada", es cuando se comparan dos cosas que en esencia son opuestas. El "arroz con mago" es una mezcla de dos cosas totalmente no relacionadas. El "pito" y la "flauta" son añadiduras a la mal llamada comparación de opuestos.)

Pero tengo que confesar que hace unos días, en clase de literatura, fui yo misma la que cogió ese arroz con mango y lo mezclo con el caldo y con la tajada, y que pito, que flauta.

Ya verás, la clase es sobre la representación histórica en la literatura y en los medios (películas, canciones, que pito, que flauta), y cómo la memoria (y por ende la subjetividad) afectan dicha representación histórica. El tema de ese día era la batalla del Álamo (Tejas, 1836). Analizamos una canción de Johnny Cash y un extracto de un texto de Michael Herr y un diálogo de la película LoneStar.

Y fue aquí donde yo empecé con el arroz y con el caldo, para luego meterle el mango y la tajada, que pito, que flauta.

El díalogo está más o menos en el minuto 15, cuando los profesores se reúnen con los padres de familia para discutir cómo se está enseñando el tema de la batalla del Álamo a los alumnos de primaria. La transcripción del texto (si por casualidad o causalidad, no sé todavía, aunque pregunté) se refería como "Chicano" a un típico mejicanito: chaparrito, de piel oscurita, pelo negro, bigote de charro; pero se refería como "Hispano" a otro típico mejicanito: chaparrito, de piel menos bronceada, pelo negro, bien afeitado. Ambos (en la película) hablan buen inglés pero con acento notoriamente extranjero. El Chicano, si por casualidad o causalidad no lo sé, es (en la película) pobre, obrero, mal vestido y un poco regordeto. El Hispano, si por casualidad o causalidad no lo sé, es (en la película) no pobre, si bien tampoco rico, periodista, bien vestido y en forma.

Ambos mejicanos, ambos argumentando que, en la clase de historia gringa en los Estados Unidos, cuando se hable del tema de la batalla del Álamo, se deben tratar los dos puntos de vista: las razones por las que Santa Anna atacó a los Tejanos, y las razones por las que los Tejanos se levantaron en armas contra Santa Anna y sus tropas mejicanas. Es decir, los dos del mismo lado, el Chicano y el Hispano.

Pero la verdad yo no me pude concentrar en el tema de la clase porque estaba totalmente enfocada en un tema racial que sólo a mi, sólo a mi me importa, por ser la única latina rodeada de alemanes a quienes les tiene sin cuidado quién es negro y quien es blanco (para ellos lo que importa es ser alemán y punto); no me pude concentrar, y sigo sin entender la diferenciación (a mi juicio innecesaria). Me dice una amiga mexicana que el término "Chicano" no es grosero, pero que, como todo, depende del contexto, del énfasis que se le ponga a la palabra, y de quién la diga.  Me dice otra amiga que el término "Chicano" es en realidad bien específico para gringos con origen mejicano. Pero bueno - si eso es cierto, ¿quién rayos es "Hispano", entonces? Y, ¿por qué se pinta como "mejor" a un Hispano que a un Chicano?

Quizá estoy buscándole la quinta pata al gato. Quizá estoy sobre-analizando una pequeñísima parte (innecesaria) de un gran todo superior.

Quizá estoy haciendo un arroz con mago, quizá estoy mezclando el caldo con la tajada. Que pito, que flauta.

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