Ya me había advertido Armandito que pilas que no se volviera tema anual este de la nieve y del frío y del invierno, y creo que me he portado bien hasta ahora - sobre todo porque apenas hay nieve es hace una semana (lo poco que cayó en diciembre no duró ni una hora). Pero entonces este invierno, que ha sido como en cámara lenta, me ha dado tiempo de pensar y re-pensar mi posición con respecto al frío.
Hoy vi en televisión que si uno se pone muchas capas finas o delgadas (camisita, camiseta, saquito...) se caliente más que si se pone un saco grande y pesado. Hoy hice la prueba y ¡sí! Entonces a partir de hoy cambia mi estilo de vestirme: muchas capas finas, todas bajo un gran saco pesado.
Pero lo peor del invierno no es el exceso de ropa.
Sin importar cuán caliente salga el agua (y nuestro calentador es FUL bueno), si fuera de la ventana puedo ver nieve (o reflejo blanco), siento que me estoy bañando con cubitos de hielo. Y aunque haya dejado la toalla sobre el calentador para que se sienta calientica (huele a galletas) cuando me voy a secar, después de un baño con cubos de hielo no hay nada que me caliente.
Pero lo peor del invierno no es el agua fría.
La nieve es bonita cuando cae en abundancia. Cuando cae en abundancia cubre todo, y todo se ve blanco, limpio, nítido. Pero cuando no cae suficiente nieve, o cuando cae mucho un día y luego deja de caer... bueno, ese blanco empieza a ponerse gris. O amarillo. Empieza uno a encontrar "sorpresas" que no quiere que lo sorprendan. Los zapatos se vuelven un desastre, los pisos de las casas obligan a ser aspirados a diario, y los buses parecen haber sido atacados por guerra de agua y maizena en plenos carnavales.
Pero lo peor del invierno no es la suciedad de la nieve.
La brisa es fuerte y seca, y respirar por la nariz se vuelve doloroso porque los mocos se congelan. La nariz automáticamente quiere generar más mocos para humedecerse, y esos mocos TAMBIÉN se congelan. Entonces está una como una tonta, con el pañuelo en la mano, respirando por la boca, tratando de pensar cuál será la mejor manera de descongelar los mocos. Todo para entrar a un lugar con calefacción y empezar a moquear como un bebé, porque los mocos congelados se descongelan.
Pero lo peor del invierno no son los mocos.
¿Tienes un teléfono con pantalla táctil? Decídete: o te preparas a que los dedos se te congelen por contestar o textear, o sigues con los guantes puestos e ignoras las llamadas y los mensajes hasta que puedas estar en un lugar con calefacción, donde quitarte los guantes no sea un desafío a la circulación de la sangre.
Pero lo peor del invierno no son los deditos congelados.
Lo peor del invierno, lo peor del frío, me lo informó My Friend cuando, el día antes de mi primer viaje sola a Bogotá, me dijo:
Y prepárate cuando te den ganas de orinar por la madrugada. Prepárate, ¿oíste? Porque una cosa es entrar al baño durante el día, cuando estás despierta y estás psicológicamente preparada para sentarte en una taza fría. Pero cuando te levantes a eso de las 2 o 3 de la mañana, cuando te toque salirte de tu cama calientica para meterte al baño, bajarte los pantalones y sentarte en una silla de hielo...
No, es que para eso nadie está preparado. Por eso My Friend no vive en Bogotá. Por eso yo NO me levanto al baño en la madrugada (y eso que nuestro baño tiene calefacción individual que siempre se mantiene en máximo).
Pero eso, eso de sentarse en la madrugada en una taza de hielo...
uish
Eso es definitivamente lo peor del invierno.
Hoy vi en televisión que si uno se pone muchas capas finas o delgadas (camisita, camiseta, saquito...) se caliente más que si se pone un saco grande y pesado. Hoy hice la prueba y ¡sí! Entonces a partir de hoy cambia mi estilo de vestirme: muchas capas finas, todas bajo un gran saco pesado.
Pero lo peor del invierno no es el exceso de ropa.
Sin importar cuán caliente salga el agua (y nuestro calentador es FUL bueno), si fuera de la ventana puedo ver nieve (o reflejo blanco), siento que me estoy bañando con cubitos de hielo. Y aunque haya dejado la toalla sobre el calentador para que se sienta calientica (huele a galletas) cuando me voy a secar, después de un baño con cubos de hielo no hay nada que me caliente.
Pero lo peor del invierno no es el agua fría.
La nieve es bonita cuando cae en abundancia. Cuando cae en abundancia cubre todo, y todo se ve blanco, limpio, nítido. Pero cuando no cae suficiente nieve, o cuando cae mucho un día y luego deja de caer... bueno, ese blanco empieza a ponerse gris. O amarillo. Empieza uno a encontrar "sorpresas" que no quiere que lo sorprendan. Los zapatos se vuelven un desastre, los pisos de las casas obligan a ser aspirados a diario, y los buses parecen haber sido atacados por guerra de agua y maizena en plenos carnavales.
Pero lo peor del invierno no es la suciedad de la nieve.
La brisa es fuerte y seca, y respirar por la nariz se vuelve doloroso porque los mocos se congelan. La nariz automáticamente quiere generar más mocos para humedecerse, y esos mocos TAMBIÉN se congelan. Entonces está una como una tonta, con el pañuelo en la mano, respirando por la boca, tratando de pensar cuál será la mejor manera de descongelar los mocos. Todo para entrar a un lugar con calefacción y empezar a moquear como un bebé, porque los mocos congelados se descongelan.
Pero lo peor del invierno no son los mocos.
¿Tienes un teléfono con pantalla táctil? Decídete: o te preparas a que los dedos se te congelen por contestar o textear, o sigues con los guantes puestos e ignoras las llamadas y los mensajes hasta que puedas estar en un lugar con calefacción, donde quitarte los guantes no sea un desafío a la circulación de la sangre.
Pero lo peor del invierno no son los deditos congelados.
Lo peor del invierno, lo peor del frío, me lo informó My Friend cuando, el día antes de mi primer viaje sola a Bogotá, me dijo:
Y prepárate cuando te den ganas de orinar por la madrugada. Prepárate, ¿oíste? Porque una cosa es entrar al baño durante el día, cuando estás despierta y estás psicológicamente preparada para sentarte en una taza fría. Pero cuando te levantes a eso de las 2 o 3 de la mañana, cuando te toque salirte de tu cama calientica para meterte al baño, bajarte los pantalones y sentarte en una silla de hielo...
No, es que para eso nadie está preparado. Por eso My Friend no vive en Bogotá. Por eso yo NO me levanto al baño en la madrugada (y eso que nuestro baño tiene calefacción individual que siempre se mantiene en máximo).
Pero eso, eso de sentarse en la madrugada en una taza de hielo...
uish
Eso es definitivamente lo peor del invierno.
La parte de los mocos congelados es una cosa dura! A mi me moquea tanto la nariz que parece un grifo...que porque frio entonces moqueo y que porque caliente también, no puedo olvidar el pañuelo o el kleneex o es la muerte.
ResponderBorrarLos dedos frios, esos me los aguanto en el mejor de los días y en el peor si lo ignoro, en especial los mensajes de texto...nuca serán tan importantes como para que me congele!
Y sobre la taza helada...para eso hay que hacer la inversión en el sanitario japones que mantiene la taza tibia, es un poco asqueroso al principio porque se siente como si alguein acabra de pararse, pero entre eso y el frio...
TMI? A veces espero a que Honey vaya al baño primero para que la taza esté calientica... jajajajajajaa!!!
BorrarAun en el Hemisferio Sur, cerca de Bogotá, en pleno verano y con sensación térmica de 42 grados centígrados (celcius), sentí el frío a traves de tu descripción y recordé las noches de invierno y mis continuas ganas de ir al baño.Que te sea leve!
ResponderBorrarGracias! Ja ja!! Estás cerca de Bogotá? Qué envidia el verano... aún con todas mis chaquetas y abrigos de nieve y todas esas cosas, no logro calentarme. Pero bueno. Al menos está blanco y bonito :-)
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