Quien sea que dijo que las llanuras son llanas nunca ha montado en bicicleta. A mi que no me vengan con el cuento de que porque una ciudad es costera entonces que no hay montañas -- no señor, a mi no, porque de donde yo vengo está la montaña más alta del mundo a nivel del mar, así que a mi que no me vengan a meter gato por liebre. A mi que no me inventen que ique el norte de Alemania es puro Flachland porque el tener que bajar el cambio de mi bicicleta al mínimo para poder subir la subidita plana indica claramente, sin necesidad de que Gil Grissom lo analice, que esta Flachland no es tan plana como los alemanes dicen. Eso, o es que a mi me están metiendo los monos enseñándome que "Flach" es plano cuando fijo eso realmente significa "montañoso" -- que cualquier Mario Gómez me confirme esto, por favor.
A mi como que me querían era meter los dedos en la boca haciéndome creer que Kiel es planito, planito, planito; los pobres kieleños que nuuuuunca han visto montaña, sino puro mar y pura costa y pura regatta. A mi como que me vieron fue la cara de "más marica yo" cuando me regalaron la bicicleta y me dijeron que es el mejor medio de transporte en el norte de Alemania, porque todo queda cerca y como todo es plano, el esfuerzo es mínimo. Y yo me creí el cuento y empecé a montar mi bicicleta y la emoción no me duró ni 10 minutos.
Sí es cierto que mirando el mapa topográfico de Alemania aquí abajo
se puede ver "claramente" que Schleswig-Holstein, el estado de puritico arriba, donde yo vivo, es plano. Realmente no hay que ser cartógrafo ni conocedor de la topología mundial para saber que, ajá, realmente el norte de Alemania no es montañoso...
Pero yo invito a esos cartógrafos y topógrafos a que se monten en sus bicicleticas y den un paseíto por las calles de Kiel a ver si eso de la llana llanura llana del norte de Alemania sí es 100% acertado. Porque mis pobres músculos adoloridos y la gotica de sudor (es decir, la qué semejante gotota) que me acaricia la espalda aún a 10 grados dicen, No, mijito!! Perdóname, o sea, perdóname la vida, pero no!!
Claro que donde hay subidas hay bajadas. Pero es que entonces no te he contado la otra parte de este cuento. Es decir, realmente a esta parte le falta un cuento, y este es el cuento: Si bien es conocimiento general que en las ciudades costeras no hay montañas (siendo la Sierra Nevada de Santa Marta una hermosa oximorónica excepción), también es de cultura general que en las planas ciudades costeras hace mucho viento.
Es de conocimiento general, también, gracias a Murphy y su ley, que todo lo que puede salir mal va a salir mal; entonces no es sorpresa que en la bendita subidita haya viento en contra que no sólo te detiene para que no subas, sino que te empuja "de para atrás" para que tu subida sea de verdad un karma. Hey, en serio, en cada subidita con brisa en contra me convenzo de que en mi vida pasada fui verdaderamente mala. Pero bueno, eso es ley. Pero qué me dices de que en la bajadita, en la bajada donde puedes descansar las piernas y no pedalear más, en la bajada en la que aprovechas a refrescarte y bajar el rojo intenso que ha teñido tu cara por el severo esfuerzo, en la bajada TAMBIÉN hay viento en contra. Y viento en contra pesado. Pesado porque te tambalea y de verdad te frena. ¡Te frena el viento! ¡En bajada! Eso sí es mucho karma pesado...
A mi por lo menos me consuela que cuando llego a la casa y me tomo mi copa de vino (que alarga mi vida) no me engordo más de la cuenta, porque las calorías que consumo ya las quemé bicicleteando por las llanas llanuras llanas de Kiel.
A mi como que me querían era meter los dedos en la boca haciéndome creer que Kiel es planito, planito, planito; los pobres kieleños que nuuuuunca han visto montaña, sino puro mar y pura costa y pura regatta. A mi como que me vieron fue la cara de "más marica yo" cuando me regalaron la bicicleta y me dijeron que es el mejor medio de transporte en el norte de Alemania, porque todo queda cerca y como todo es plano, el esfuerzo es mínimo. Y yo me creí el cuento y empecé a montar mi bicicleta y la emoción no me duró ni 10 minutos.
Sí es cierto que mirando el mapa topográfico de Alemania aquí abajo
se puede ver "claramente" que Schleswig-Holstein, el estado de puritico arriba, donde yo vivo, es plano. Realmente no hay que ser cartógrafo ni conocedor de la topología mundial para saber que, ajá, realmente el norte de Alemania no es montañoso...
Pero yo invito a esos cartógrafos y topógrafos a que se monten en sus bicicleticas y den un paseíto por las calles de Kiel a ver si eso de la llana llanura llana del norte de Alemania sí es 100% acertado. Porque mis pobres músculos adoloridos y la gotica de sudor (es decir, la qué semejante gotota) que me acaricia la espalda aún a 10 grados dicen, No, mijito!! Perdóname, o sea, perdóname la vida, pero no!!
Claro que donde hay subidas hay bajadas. Pero es que entonces no te he contado la otra parte de este cuento. Es decir, realmente a esta parte le falta un cuento, y este es el cuento: Si bien es conocimiento general que en las ciudades costeras no hay montañas (siendo la Sierra Nevada de Santa Marta una hermosa oximorónica excepción), también es de cultura general que en las planas ciudades costeras hace mucho viento.
Es de conocimiento general, también, gracias a Murphy y su ley, que todo lo que puede salir mal va a salir mal; entonces no es sorpresa que en la bendita subidita haya viento en contra que no sólo te detiene para que no subas, sino que te empuja "de para atrás" para que tu subida sea de verdad un karma. Hey, en serio, en cada subidita con brisa en contra me convenzo de que en mi vida pasada fui verdaderamente mala. Pero bueno, eso es ley. Pero qué me dices de que en la bajadita, en la bajada donde puedes descansar las piernas y no pedalear más, en la bajada en la que aprovechas a refrescarte y bajar el rojo intenso que ha teñido tu cara por el severo esfuerzo, en la bajada TAMBIÉN hay viento en contra. Y viento en contra pesado. Pesado porque te tambalea y de verdad te frena. ¡Te frena el viento! ¡En bajada! Eso sí es mucho karma pesado...
A mi por lo menos me consuela que cuando llego a la casa y me tomo mi copa de vino (que alarga mi vida) no me engordo más de la cuenta, porque las calorías que consumo ya las quemé bicicleteando por las llanas llanuras llanas de Kiel.
Ahhh tiempo sin poder leer el blog!
ResponderBorrarQue bueno es volver. Habrá que tomar la gota de sudor y tirarla sobre un papel y mandarla con arsenico a los cartógrafos para agradecerles!
Fíjate que no es mala idea... hm...
BorrarEste mensaje me llegó al email, y me pareció que valía la pena compartirlo:
ResponderBorrar"Todo tu blog lo que demuestra es que tienes un desastroso estado físico y debes ponerle fin a esa situación, porque el matrimonio te lo exige. Déjame preguntarte, la loma de que hablas no seria un policía acostado?????"