Ir al contenido principal

¿Fiesta o viaje?

Cuando cumplí 15 años - hace 15 años - lo único que quería era una fiesta en el Country Club, con 300 invitados, con un vestido rosado de princesa, de esos exagerados, un anillo de diamante (chévere que hubiese sido tipo herencia de alguna de mis abuelas, pero ni la una ni la otra son fans de los diamantes, entonces ajá - estaba dispuesta a sacrificarme y recibir un anillo de diamante nuevo), y mariachis a la media noche, que me cantaran que soy la niña bonita de mi papá. Y así todos viviríamos felices y comeríamos perdices.

Algunos meses antes de mi cumpleaños, mi papá se sentó conmigo muy serio y me preguntó, "¿Qué prefieres: una fiesta que cueste mucho y que te dure unas horitas una noche, o un viaje que cueste lo mismo, pero que dure un mes y la experiencia toda la vida?"

Yo dije muy claramente, "Una fiesta."

Y él dijo, "Estoy de acuerdo. Te vas a Europa."

Por eso siempre que hablo de mi viaje a Europa digo que me mandaron a Europa.

Pobrecita yo, ¿ah?

La verdad es que en retrospectiva - y la retrospectiva empezó desde el día en que me monté al avión con los otros 82 viajeros del grupo de quinceañeros - la fiesta hubiera sido una bobada y la decisión del viaje fue la mejor. Más sabe el diablo por viejo que por diablo, ¿cierto?

La pasé riquísimo, recorrí Europa (9 países, 15 ciudades) en 1 mes, y cerré con broche de oro al final con dos semanas en Miami con mi abuelito y su nueva familia. La pasamos muy, muy rico. Y ajá, celebré mi quinceañero un mes y medio en vez de 5 o 6 horas.

El 14 de julio de 1998 estaba en Roma, y frente a la Fontana de Trevi me tomé una botellita de champaña con mis amigas (la primera vez que tomé champaña). Me acuerdo que mis papás me hicieron llegar cartas de happy birthday, también mi abuela. Y a eso de la media noche en Roma los llamé yo a ellos y volvimos a celebrar.

Han pasado 15 años. El 14 de julio de 2013 celebraré mi segundo quinceañero, y me enfrento a la misma pregunta de hace 15 años:

¿Quiero una fiesta, o quiero un viaje?

Puedo ofrecer una fiesta "latina" en Kiel, que será una delicia - pero voy a invertir ful plata...

O puedo utilizar la misma plata e irme con mi esposo a volver a tomar champaña en la Fontana de Trevi el 14 de julio. Serían sólo 4 días, y no 30 como hace 15 años... pero cuando una está vieja y tiene responsabilidades y tal, no puede simplemente arrancar de vacaciones por 30 días.

Entonces - ¿qué hago? ¿Qué harías tu?

Si tu fueras yo, ¿harías fiesta o te irías a Roma?

Y si tu fueras tu - y en efecto tu eres tu, ¿harías fiesta o irías a Roma?

Comentarios

  1. Claramente iria a Roma, las fiestas las podemos realizar cualquier día de nuestra vida, pero los viajes son muy enriquecedores, se viven momentos únicos para la posteridad y ¿aparte quien no quiere viajar a roma? Hago parte del PEP ¡Saludos!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Claramente ir a Roma - mensaje recibido: tiquetes comprados. Gracias!!

      Borrar
  2. Ayyy no, tan pobrecita tú! jajaja. Pues, antes el consejo de tu papá sirvió y no te 'tocó' arrepentirte, pregúntale qué opina de la celebración de tu nuevo quinceañero ahora para ver qué dice.
    Yo, yo, yo, escogería viaje a ojo cerrado. Y nunca he sido una persona de fiestas, pero no entiendo por qué es necesario gastar tanto dinero en una fiesta, si es con amigos: comida, música y unas cuantas cervezas harán lo debido, ¿no?. Bueno, eso es lo que pienso yo, yo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Cierto, ah? Qué vida tan sufrida :-) tiquetes comprados y hotel reservado.

      Borrar
  3. Fiesta Y viaje! Se puede hacer una fiesta "low budget": un pick nick en un parque, invitas a tus amigos a que te acompañen a un restaurante/bar/club (osea ellos pagan lo suyo.. ok, les puedes invitar a una ronda de bebidas o algo asi.. o una simple reunión en casa sin tanto perendengue y complique.
    De este lado del mundo la gente no es tan complicada en ese sentido (al menos no en Austria, me imagino que en Alemania es igual : )
    Disfruta el viaje!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. La gente aquí es parecida - va a tocar entonces reunirme con las amigas más cercanas e invitarlas a una (UNA!!!) piña colada :-) Y en Roma sí champaña con toda. Es que no todos los días se cumplen 30 años...

      Borrar
  4. Estoy de acuerdo con Alberto, haz una mini fiesta con tus amistades más intimas y cercanas.
    Y tu viaje soñado con tu esposo a Roma, también.
    Mucha suerte!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ambas sugerencias recibidas! Nos vamos a pasar mi cumpleaños en Roma, y la semana después habrán muchas mini-fiestas con los amigos más cercanos. Serán unos 30 inolvidables!!

      Borrar
  5. Mi recomendación hubiese sido hacer una fiesta en Roma.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Siempre buscando la respuesta más fácil, ja ja!!! Cuando vengas hacemos fiesta Y viaje :-)

      Borrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

de cómo nos conocimos (o, la infame historia del Bar Swinger)

Podría (debería) ser un tanto melodramática y describir la fría noche de otoño en que el universo conspiró a nuestro favor (y en contra de otros). Pero vamos, es Cajicá -- siempre hace frío. Y vamos, es Colombia -- realmente no hay temporadas. Entonces no, no. Dejemos la poesía de lado porque mucho tuvo esa noche, pero nada fue romance, nada fue amoroso, nada fue poético. A menos que la lujuria y lo carnal sean poético hoy en día. Yo salí con mi prima, él con su mejor amigo. Yo quería una noche de tragos y amigas, él (como buen gavilán pollero) iba en busca de pollitas. Yo ni me di cuenta de su llegada, él vio una mini falda y botas altas de cuero. Pero no nos adelantemos a los hechos. Esta historia es como la del Titanic, porque todos sabemos que el barco se hunde ( OMG, spoiler alert! ), pero nadie sabe cómo pasa eso. Y como toda historia, es una historia de amor. Todas las historias son historias de amor. Una noche de septiembre hace 6 años, mi prima me comentó que un amigo su

Stitch me ama

Estuvimos en Eurodisney en París la semana pasada. Fue una aventura impresionante - para mi, volver a vivir la emoción de Disney después de 14 años de no vivirla. Para Honey, descubrir a Mickey por primera vez. Si bien tuvimos una reunión privada con Mickey, con Buzz Lightyear y con Jack y Sally, tuvimos una experiencia increíble con Stitch. Resulta que Stitch se escapó de la estación espacial, robándose la nave de Capitán. Pero nosotros (Honey y yo, junto con Joaquín, el ayudante de la estación en la tierra donde podíamos comunicarnos con Stitch, y los otros tripulantes) logramos establecer comunicación satelital con Stitch. Y como la tecnología de hoy en día es maravillosa, no sólo teníamos audio, sino que podíamos vernos: nosotros a Stitch, y Stitch a nosotros. Más o menos así se veía: Stitch estaba sorprendido de ver a tanta gente en la estación, y pidió que se les presentara. Habló con un niño de Inglaterra, con una niña de Rusia, y con otra niña también de Inglater

Analizando los CantiCuentos

Yo le canto ful a #littleBabyHergett. A mi me gusta, y creo que a él le gusta. Bueno, él no tiene opción, realmente. Tengo un repertorio chévere de CantiCuentos - de esos que yo escuchaba cuando era chiquita. Pero a veces me quedo sin ideas y recurro al himno de Barranquilla, al de Colombia y al de los Estados Unidos (en ese orden de importancia), y cuando me quedo más sin ideas recurro a "Ironic" de Alanis Morissette. Y cuando la cosa está grave grave, hago un recuento de mis acciones al ritmo de la conga: " ¡Va-mos a cam-biar-nos!  ¡Va-mos a cam-biar-nos!  ¡Va-mos a cam-biar-nos! " Pobre #littleBabyHergett. No lleva ni tres meses el pelao y yo ya le he cantado las mismas canciones tantas veces que estoy casi segura que las reconoce. Y de tanto repetirlas, me he puesto a analizarlas - atención: ser literata no ayuda para nada cuando una se pone a analizar canciones que se le cantan a un bebé a las 3 de la madrugada para intentar dormirlo. Empiezo con el Negro C