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Rituales de Fin de Año


Necesito concentrarme en mi tesis, entonces no puedo comprometerme a redactar posts nuevos. Por eso te comparto uno de mis preferidos de 2010 que publiqué en otro Blog. ¡Ojalá lo disfrutes!


Este año ha sido particular.

He vivido en 4 ciudades, dos países, dos continentes, dos hemisferios, con dos idiomas (tres, si contamos que el español con acento español no es realmente español; y 3.5 si contamos el idioma de Barcelona--¿cuál es que es? ¿Catalán? Aunque no viví en Barcelona, sólo estuve de visita por tres días... pero ajá, es chévere... y si vamos a contar el catalán toca incluir el Swiss-German que hablan en Zurich, porque estuve ahí dos horas. Eso suma... esteeeee... 3.6 idiomas?), 4 culturas... Un año, cuatro ciudades. Cuatro casas. Cuatro camas--bueno, 3, porque mi súper cama de Bogotá se fue a Barranquilla.

Entonces, mi primer deseo para 2011 es vivir en la misma ciudad por 365 días. Me gustaría decir "el mismo lugar", pero a mediados de enero nos mudamos, entonces para qué pedir un deseo que sé que no se va a cumplir.

Este año he pasado por más de 4 estaciones. El clima indescriptible de Bogotá (no porque sea como el sabor de Quattro, sino porque en un día se puede experienciar el inverno, el verano, la primavera y el otoño); la sabrosura de calor de Barranquilla, donde se puede disfrutar de la gotica de sudor que rueda por la espalda hasta la raya de la nalga; el calor seco y perfecto de Madrid, sin humedad, sin brisa, sin sazón, sin gotica de sudor; el "verano" en Kiel, donde las temperaturas ique suben hasta 25°C--¡uff! Cuidado y se nos asan estos europeos; el otoño en Kiel, donde llueve y llueve y llueve como si se fuera a acabar el agüita; y el invierno en Kiel, donde hay días en los que la temperatura baja hasta -11°C, y días como hoy, en los que sube a 2°C--¡¡¡POSITIVO!!! Y entonces UNA se pone camiseta y abre las ventanas y se siente en la playa. Me dijo Inga que este es el invierno más frío del siglo. O sea. Gracias, Angela Merkel. Me recibes en tu país, pero me congelas. Nada es perfecto, ¿no?

Mi segundo deseo para 2011 es calor... calor... ¡CALOR!

Este año he estudiado una especialización--sí, soy Especialista en Negocios Internacionales, con título europeo. Era una de mis metas para 2010. CHECK! No me han dado todavía el certificado de alemán, pero sí me llegó mi diploma del Orientierungskurs, y saqué nota perfecta. Muy yo. Muy bien. Era otra de mis metas para este año. Mientras Honey dice que soy una nerd, yo me doy palmaditas congratulatorias en la espalda y me felicito por seguir siendo tan inteligente como siempre he sabido que soy.

Obviamente la modestia no era una de mis metas para este año.

Mi tercer deseo para 2011 es una maestría. Por favor, Angela Merkel... Hilfe!

Para ser un poco más específicos, hoy--hoy, 31 de diciembre de 2010, último día del año--he hecho todo, todo lo que odio, odio hacer un 31 de diciembre. He aquí mi agenda del día, y la lista:

- me levantó Honey. Odio que me levanten.
- cociné YO. Odio cocinar.
- cociné huevos fritos. Uno para cada uno. Odio comer sólo un huevito frito.
- salimos. Odio salir. (En defensa de Honey, fue idea mía. Pero ese no es el punto. El punto es que salimos de la casa.)
- compramos pólvora. Odio la pólvora.
- arreglé la casa--con doblada de ropa, aspirada y lavada y secada de platos y todo. Odio arreglar la casa.
- hice almuerzo. Ya mencioné que odio cocinar... y no me quedó rico como yo quería.
- me bañé. Odio bañarme. De esto ya hemos hablado varias veces. Y me bañé como si no me hubiera bañado en... bueno, me bañé como era necesario bañarme. ¡Y quedé bañada hasta el año entrante!
- no compramos uvas. ¿Quién no tiene uvas para bienvenir el año nuevo?
- no tengo dólares para meterme en el brasier... ¡puros euros, puros euros!
- no compré pantaleta amarilla, tengo la del año pasado. Pero pantaleta vieja para año nuevo no aguanta.

Pero como los rituales cambian porque los tiempos cambian; y como uno se adapta a la nueva cultura y adopta algunos de sus nuevos rituales; y como la vida cambia y una cambia con la vida, entonces una se inventa rituales nuevos.

Odio que me levanten, pero me encanta abrir los ojos y encontrarme al lado de Honey.
Odio cocinar, pero me encanta ver la cara de Honey comiéndose mis huevos fritos, porque los disfruta como yo disfruto los de mi mamá. Y me comí uno solito, y fue suficiente.
Odio la pólvora, pero la pólvora hace feliz a Honey. Y en este país es legal, y ¡es barato!
Odio arreglar la casa, pero ya no hay mugre ni polvo ni suciedad (es decir, malas energías) del año viejo, y el apartamentico va a recibir el año nuevo lindo.
Odio cocinar, pero la verdad es que mi hermana hubiera estado FUL orgullosa de mis chuletas en salsa BBQ con pimentón y maíz. Voy a recibir el año nuevo sabiendo que sí puedo cocinar, y que lo hago rico. Otro de mis propósitos para 2010 cumplido. Para el 2020 espero poder disfrutar la cocinada. (Ese no fue un error--¡realmente espero que para el 2020 lo disfrute!)
Odio bañarme--no, odio tener que bañarme, pero bañarme es una delicia. Y lo disfruté mucho.
No compramos uvas, ni pantaletas, ni hay dólares ni sacamos la maleta ni nada de eso. No habrá ni pernil ni pavo. Espero que haya champaña... Pero es que esos agüeros, aunque bobos y encartosos y aburridos, son nuestros. Ahí sí, nada que hacer. :-( Tocará ver los alemanes qué agüeros tienen.

Feliz año nuevo. Ojalá que 2011 nos dé a todos más allá de lo que queremos, lo que necesitamos y lo que nos merecemos. A ver la ley del Karma cómo nos trata en el nuevo año.

Ya es año nuevo en Nueva Zelanda. Faltan 8 horas para mi año nuevo. 14 para que mis papás tengan su año nuevo. Wow.

Y se nos fue el 2010. Un año mucho mejor de lo que pensé que podría ser...

Antes de que se me riegue la lágrima, me despido. ¡Nos vemos el año entrante!

Comentarios

  1. Y bueno ya damos fe que incluso has vivido hasta casi puertas de diciembre del 2013! YAY!

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