Vamos por partes: la RAE define el plagio como "Copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias"; el Oxford English Dictionary va un poco más allá, aclarando que no es solo la copia de obras, sino además las ideas. Es decir, si yo digo que pienso, luego existo, y no doy una fuente, estoy plagiando a Descartes. Incluso si digo que el pensar da evidencia de mi existencia, y no doy fuente, sigo plagiando a Descartes, porque la idea no es mía. El concepto de existir no pertenece a Descartes, ni tampoco el concepto de existir; lo que se le atribuye a Descartes es la correlación directa que hay entre el pensar y el existir, y cómo lo uno es evidencia de lo otro.
El tema se vuelve bastante temeroso en ensayos académicos por el tema de las comillas (en adición al tema de la citación correcta de fuentes). Por ejemplo, si en un ensayo sobre el Libertador yo menciono que su muerte podría contribuir al cese de los partidos y a la consolidación de la unión, y por eso él bajaría tranquilo al sepulcro, así, así como así, sin comillas, estoy plagiando: su frase célebre, "Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, bajaré tranquilo al sepulcro" incluye un uso específico de términos y de correlaciones. Aunque el ensayo sea sobre él, aunque pueda parecer obvio que estoy citando sus ideas y no las mías propias, la falta de comillas y de citación adecuada le hace víctima de plagio.
Ya que este es un post sobre plagio, quiero que quede muy claro que el tema a continuación no es idea mía: es una idea que surge de mi amigo Roberto Saieh Yidi, a quien he pedido permiso de plagiar. De manera muy magnánima me ha otorgado ese permiso, y entonces presento a continuación una mezcla de sus palabras con las mías.
He aquí el tema del árbol que lo dio todo - incluso sus derechos de autor.
El cortometraje que pasaron este fin de semana pasado antes de una película en Barranquilla, Colombia, fue uno llamado "Mi Amigo, Mi Sombra", sobre la relación entre un niño y un árbol. Entre más avanzaba el cortometraje, más incómodo se fue poniendo el ambiente porque la historia sonaba muy, pero muy familiar.
Los créditos citan un "guión adaptado" y, aunque Roberto esperaba un crédito diferente, la fuente citada fue "El Árbol de las Manzanas" de Andrés Bernal. Roberto esperaba "The Giving Tree" de Shel Silverstein, publicado en 1964. Una breve búsqueda en internet arroja "El Árbol de las Manzanas" y, en efecto, el cortometraje fue adaptado fielmente de él. La historia se puede leer en estos tres lugares, entre otros:
http://psicomoral.blogspot.com/2012/09/como-nuestros-padres.htmlEl cortometraje que pasaron este fin de semana pasado antes de una película en Barranquilla, Colombia, fue uno llamado "Mi Amigo, Mi Sombra", sobre la relación entre un niño y un árbol. Entre más avanzaba el cortometraje, más incómodo se fue poniendo el ambiente porque la historia sonaba muy, pero muy familiar.
Los créditos citan un "guión adaptado" y, aunque Roberto esperaba un crédito diferente, la fuente citada fue "El Árbol de las Manzanas" de Andrés Bernal. Roberto esperaba "The Giving Tree" de Shel Silverstein, publicado en 1964. Una breve búsqueda en internet arroja "El Árbol de las Manzanas" y, en efecto, el cortometraje fue adaptado fielmente de él. La historia se puede leer en estos tres lugares, entre otros:
https://es-es.facebook.com/REFLEXIONESMARYHI/posts/297671573603589
http://www.laculpaesdelavaca.com/el-arbol-de-manzanas/
Entonces, señores productores del cortometraje, señor Andrés Bernal, señores cinéfilos y todos los protectores de los derechos de autor: ¿Qué fue lo que pasó aquí?
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