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de sueños, expectativas y ambiciones

Coincidencialmente me encuentro rodeada de gente de la edad de mi hermana. Mis amigas de la universidad son pelaitas (porque yo hice la maestría ya "vieja"). Y viéndolas a ellas veo a mi hermana. Y aunque, como dice Tico, las comparaciones son odiosas, me gusta ver que mi hermana no está tan perdida como mis amigas de su edad.

Ya ves, cuando cumples un cuarto de siglo te llenas la cabeza de conflictos - y ahí te llega la primera crisis existencial. Eres suficientemente grande para ser adulto, pero no lo suficientemente viejo para sentirte adulto. Y miras a tu alrededor y fijo no estás satisfecho con lo que ves. 

Yo a mis 25 estaba perdida. Mi mejor amiga ya estaba planeando su tercer hijo, y yo apenas saliendo con un tipo ahí que me gustaba pero ya... Mi mejor amigo ya tenía su maestría y vivía con su novia una vida de ensueño, y yo vivía en casa de mi prima. Mis compañeros de colegio, junto con los que quedé seleccionada para "Most Likely to Succeed" estaban en serios caminos corporativos, y yo estaba de traductora en una empresa. Sí, las comparaciones son odiosas. 

Claro que toda esa "miseria" me ayudó a entender finalmente qué era lo que yo quería - porque la verdad es que salí de colegio sin saber qué quería, salí de la universidad sin saber qué quería, fui a Tailandia para huir de no tener que pensar qué era lo que quería... Y de repente me encontré viviendo en Bogotá, con facturas por pagar y responsabilidades -- todo por ese afán mío de independencia. Y lentamente fueron pasando los años y fue como si se me hubieran respondido todas las preguntas. Terminé enamorada del tipo ese que me gustaba, porque resultó ser mi príncipe azul. Terminé una maestría casi que diseñada para satisfacer todos mis gustos y requisitos. Terminé siendo traductora y profesora, lo cual no sólo paga todas las facturas y deja plata extra para las aventuras en París, Roma y Amsterdam, sino que además saca lo mejor de mi, porque me encanta y lo hago bien. 

Pero me tomó tiempo descubrir mi pasión, mi vocación, mi futuro. ¿Qué pasa, entonces, con la gente que tiene un sueño desde chiquito, y cuando lo cumple se da cuenta de que, eh, realmente no era lo que de verdad quería para toda la vida? ¿Qué pasa cuando "después de viejo" no sabes qué quieres ser cuando seas grande? 

A veces creo que me fue mejor a mi, perdida a los 25 y "hallada" a los 30, que a la gente que está totalmente hallada a los 25 y a los 30 se enfrenta con la gran crisis existencial: sigo con mi vida como está, siendo que no me satisface... ¿O busco realmente qué es eso que me emociona y apasiona?

No es fácil. La pregunta no es fácil. La respuesta menos. Porque la respuesta no te la da tu mamá, ni un libro, ni dios mismo. La respuesta la tienes tu solito. Son tus sueños, tus expectativas, tus ambiciones. Es una conversación entre tu y tu mismo. Y esas son las peores conversaciones. 

Comentarios

  1. Natalya... creo que cuando dijiste "peores" realmente quisiste decir "MEJORES", es mirarse al espejo para conversar consigo mismo y decir en voz alta: MI MISMO... y de ahí en adelante todo fluye. ¿Qué se necesita? PASION y ac-ti-tud.

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