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Faltando 9 minutos para las 12 (O, el último de Tailandia...)

Faltando 9 minutos para las 12, suena mi celular. Lo que me trae de regreso al mundo—sigo sentada en el barcito, sigo escuchando jazz, sigo al frente de la banda. Hago señas a Tomoko. Subiré al balcón, arriba, para poder hablar con mi familia. Tomoko me sigue. Llegamos al balcón y hay más gente  y más bulla. Sin embargo, logro hablar con mi hermana, con mi papá y con mi mamá. Mi año terminará en 8 minutos, y del otro lado del mundo mi familia está recién levantada. Quizá comiendo pan con mantequilla. Hay demasiada gente y demasiada bulla, pero mi familia me escucha bien, entonces yo hablo. Les cuento de mi día, de la locura, de todo—y faltan 7 minutos. Mi papá me dice algo, yo le digo que lo quiero mucho. Él me dice que él también me quiere. Pasa mi hermana y le digo que en 6 minutos empezará el año del perro—ella dice algo y no la entiendo, entonces le digo, "I love you, Hermosa. I wish you were here." Ella dice algo otra vez, y tengo a mi mamá al teléfono. Intenta despedirse, creo, pero yo empiezo a hablarle. En 5 minutos ya se acaba mi año. No puedo creerlo. El show en la tarima de la plaza se ha terminado, y todos están en la tarima, esperando la llegada del nuevo año. Se ha congregado más gente—se están multiplicando como conejos. Una vez más, mi mamá intenta colgar. "Pero mami," le digo, "faltan sólo 4 minutos para el año nuevo. ¡Si te quedas conmigo en el teléfono puedes oír el conteo en tailandés!" En ese momento me doy cuenta… mi familia está del otro lado del mundo. Vivimos vidas totalmente diferentes. Qué diferentes somos. Mi mamá se casó antes de conocer el mundo—antes de conocerse a sí misma. Mi papá ha estado siempre de pelea con el mundo. Mi hermana no se atreve a vivir. Y yo… yo celebro el año nuevo en uno de los países más exóticos del mundo. Una parte de mi envidia a mi familia—de una forma u otra, están juntos, en casa, como debe ser. Yo, en mis ganas de ser aventurera (¿o de huir?) estoy sola. Estoy con Tomoko, sí. Pero no es lo mismo. Estoy rodeada por cientos de personas, sí. Pero no es lo mismo. Faltan 3 minutos para que se acabe el año y se me aguan los ojos. Pasa mi papá al teléfono. Dice algo. No le oigo. En mi mente, sus palabras hacen eco: "No seas marica, Natalya. Te fuiste porque quisiste irte. Ya, deja la lloradera, no seas marica." Y no soy marica. Respiro profundo. Me trago las lágrimas. Dos minutos. Pasa mi mamá al teléfono. Le digo: "Compré tarjeta especialmente para llamarlos a Uds., así que colguemos y yo los llamo para que oigan el conteo en tailandés, ok? I love you, mami…" Y cuelgo. Ha empezado el conteo en una de las pantallas gigantes en la plaza. Todos en el balcón de Starbucks estamos atentos. 59…

La llamada no entra. Están todas las líneas congestionadas. Bueno, es año nuevo— ¿que esperábamos?

58…

Qué rico que estoy del otro lado del mundo. Puedo celebrar como quiera y, lo mejor, la fiesta se acaba cuando yo quiera. En cualquier momento me puedo despedir de Tomoko e irme a dormir. La libertad e independencia es deliciosa.

57…

¿Qué hago yo del otro lado del mundo en un momento tan importante y especial como este? ¿Quién me creo yo para irme al otro lado del mundo? Si puedo decirme, con total honestidad, que soy feliz—es que ni siquiera puedo terminar la oración.

56…

No. Qué ah! Si la libertad es una delicia. Estoy viviendo el sueño de miles de personas alrededor del mundo: celebrar la llegada de un nuevo año en una fiesta enorme en un país exótico. Cuánta gente querría ser yo en este momento.

55…

Y con cuánto gusto yo daría todo de mí por estar con mi familia en este momento, y no en una fiesta enorme en un país exótico. A veces la libertad no es tan perfecta como la pintan los aventureros.

54…

Qué desorden, ¡qué delicia! Qué escándalo. Qué recocha. Qué gentío. Tomoko y yo tomamos fotos como locas e intentamos disfrutar de cada segundo.

53…

La llamada todavía no entra. Que desespero. Qué idiota me siento por haberle colgado a mi mamá. Daría todos los baht que tengo en mi cuenta de ahorros por escuchar la voz de mi mamá otra vez. Hace unos días me envió una grabación de su programa de radio—Jazz Vespertino, Uninorte FM estéreo. Todos los días—todos—oigo la grabación. A veces sólo oigo la parte en que mi mamá habla.

52…

No tengo idea qué me dijo mi papá. Las últimas veces que hemos hablado ha estado bastante sentimental. Yo creo que ni él ni yo hemos aceptado la realidad: me fui de la casa. Mi papá me dijo que no, y sin embargo me fui. Pero creo que esta experiencia nos ha acercado más.  Es posible que sea el hijo que él nunca tuvo.

51…

Hace unos días tuve una discusión cibernética con mi hermana. No fue una pelea, per se, porque no se puede pelear en diferentes extremos del mundo. Pero tengo miedo… tengo miedo porque somos demasiado diferentes… Y si bien las diferencias pueden ser buenas, creo que en nuestro caso somos polos opuestos—y esto nos distancia.

50…

Me pregunto qué está haciendo Carmen en este momento.

49…

Oigo toda clase de idiomas a mi alrededor. Tomoko grita en japonés. Una tailandesa de la mesa de al frente habla en malísimo inglés a con su novio. Detrás de mí hay un grupo de franceses. En la mesa diagonal a nosotras hay un grupo de alemanes—uno de ellos tiene una camiseta que dice "FAIRTRADE." Pienso en mi papá.

48…

Yo creo en karma. Pero en este momento, no sé qué pensar: ¿será que es mal karma estar tan lejos de mi familia en un momento tan importante? ¿Qué hice tan malo para merecer esto? ¿O será que es buen karma estar celebrando un momento tan importante en una cultura totalmente diferente, donde gentes de todos lados del mundo nos unimos para celebrar algo nuestro en medio de nada nuestro?
So, somewhere in my youth, or childhood, I must have done something good…

47…

Todavía no entra la llamada. Es más, están tan congestionadas las líneas que ni siquiera logro conexión.

46…

La tailandesa de la mesa de al frente le dice a su novio, en inglés, "protege tus oídos, baby." Él, igual de sorprendido y confundido que todos los que estamos alrededor y la escuchamos, le pregunta, en inglés, "¿Por qué?" Ella dice, "Es porque te amo, baby." No puedo evitar reírme. La tailandesa se da vuelta y no me ve, pero su novio sí me ve. Se ríe conmigo.

45…

En unos cuantos segundos, se acabará este año. Y este ha sido un año maravilloso…

44…

Una vez este año se acabe, ya estoy en la recta final—ya me voy de Tailandia. Ya me voy a mi casa. Esto me aterra y me deleita. La yuxtaposición es abrumante.

43…

¿Por qué colgué? Nada que entra la llamada. ¿Será que mi familia está sentada alrededor del teléfono, esperando a que suene y que la pantalla del celular de mi papá diga Número Desconocido?

42…

En 42 segundos me quedarán tan sólo 74 días en mi contrato. Ya se acaba esta aventura. Ya se acaba esta pesadilla.

41…

En la plaza, abajo, la bulla se incrementa. Parece que alguien, lentamente, subiera el volumen de la vida de la plaza.

40…

Otra foto. Las cámaras digitales son un invento maravilloso. Una foto más.

39…

Apenas estamos comenzando la fiesta—

38…

Mi tío Pimpy dice que yo sí sé vivir la vida—él está feliz con esta aventura, y en cierta forma la vive conmigo. Ojalá mi tío esté en lo cierto.

37…

¿Será que si salgo corriendo ahora puedo llegar a mi cama y olvidar todo lo que está pasando ahora mismo? ¿Será que puedo lograrlo antes de que se acabe el año?

36…

No seas marica, Natalya. No seas marica. Estás ahí por decisión propia. Ya, deja la lloradera. No seas marica.

35…

Tengo el poder de irme a dormir—lo que he querido hacer por tantos años. Sin embargo, me obligo a sonreír. Me obligo a estar feliz. Me obligo a brincar de la emoción y gritar con toda la gente.

34…

Qué ingrata soy. La vida me ha dado la oportunidad de vivir y yo quiero irme a dormir. No merezco esto. Pero tampoco merezco la infelicidad que siento correr por mis venas e invadirme.

33…

Si tan sólo pudiera oír las voces de mi familia.

32…

Me miento a mi misma—me obligo a pensar que estoy feliz. Que soy feliz. Que este es un sueño hecho realidad. Que toda mi vida he deseado esto. Que no hay ningún lugar donde preferiría estar.

31…

Me conozco demasiado bien. Tomoko piensa que estoy feliz. La gente a mi alrededor se contagia de mi energía. Pero adentro la tristeza me consume.

30…

En 30 segundos se acaba esta fiesta. Y pensar que apenas estamos comenzando a beber.

29…

Ojalá mi hermana pudiese estar conmigo en este momento. Aunque, a decir verdad, quizá estaríamos en la habitación, con pizza (con extra queso), viendo el Disney Channel. No nos importaría que estuviese la mitad del tiempo en tailandés. Creo que ese sería nuestro año nuevo ideal. Algún día, hermosa. Algún día.

28…

Si estuviese en Barranquilla en este momento, estaría comiendo pan con mantequilla con mi familia. Estaríamos en la cama de mis papás, los 4. Quizá yo estaría de pelea con mi papá—ese parecía ser nuestro status quo. Pero el año nuevo nos daría la excusa perfecta para reconciliarnos. Si estuviese en Barranquilla en este momento, estaría preocupándome por qué ponerme esta noche. Y comiendo pan con mantequilla. Y quejándome, conmigo misma, de lo gorda que estoy. En la cama de mis papás, con mi familia. Y pan con mantequilla.

27…

Si este fuese el año nuevo en Barranquilla, estaría en mi casa. La fiesta de año nuevo ha sido en mi casa por los pasados años. Mi hermana y yo no la disfrutamos. Nos toca estar en la sala, estar con "la familia," soportar a los tomadores y fumadores. Quizá nos escondemos con nuestros primos en el cuarto por un rato, pero luego nos llaman a que estemos en familia. Siempre queremos irnos a dormir, o simplemente tener un ratico de "me time." No podemos—hay que estar en familia.

26…

Sé que me puedo ir a mi habitación en cualquier momento—quizá este sea el último año (el único año) en que tenga esta posibilidad. Sin embargo, estoy en el balcón de Starbucks en Chiang Mai, rodeada de gente. Tanta gente que casi no me puedo oír a mi misma pensar.

25…

Si me voy a mi cuarto ahora, me voy a arrepentir por el resto de mi vida. No seas marica, Natalya. Aprovecha esta oportunidad. Ya tendrás muchos días en Lampang en los que podrás quedarte encerrada en tu cuarto—como lo haces con tanta frecuencia. Tu asocialismo renace.

24…

No alcanzaría a llegar a mi cuarto de todas maneras. Es mejor pasar año nuevo en el balcón de Starbucks con Tomoko que encontrarme en medio de un gentío totalmente sola.

23…

Estúpido teléfono.

22…

¿Será que mi hermana me envidia? ¿Será que Nini quiere estar en Tailandia, lejos de la familia? ¿Será que ella sabe yo cuánto la envidio a ella?

21…

Realmente estoy contenta de estar aquí. Esta es una experiencia fantástica, y la estoy disfrutando al máximo. No todo el mundo tiene la oportunidad de viajar al otro lado del mundo—y ser pago por ello. Soy muy afortunada, y estoy profundamente agradecida.

20…

Sonrío al darme cuenta que no puedo evitar sentir un poquito de emoción. Quizá la sensación del año nuevo es suficiente para generar adrenalina en cualquier persona.

19…

Pan con mantequilla.

18…

Fiesta en mi casa con toda la familia.

17…

Decidir es renunciar. Decidí aventurarme del otro lado del mundo; renuncié a estar con mi familia. Jorge Mario diría que no perdí, pero tampoco gané.

16…

El ambiente se tensiona. En un balcón en el que quizá cabemos 40 personas hay más de 100. Nos estamos tocando todos por todas partes. Think of a happy place.
Go to your happy place. Think of a happy place.

15…

Nada que entra la tonta llamada.

14…

La gente del escenario se agarra de las manos y se preparan.

13…

La gente de la plaza empieza a gritar.

12…

La gente del balcón empuja—todos queremos estar cerca de la baranda para ver cómo los de abajo celebran el año nuevo. Y los de arriba, celebraban noche y día; y los de abajo, se quejaban del relajo; y los del centro… y los del centro—

11…

Anda—yo soy el colmo: no tengo ni pantis amarillos ni 12 uvas ni copa de champaña ni maleta ni dólares. Vaya año nuevo.

10…

Tengo flor amarilla. Comí papitas fritas—más de 12. Bebí un iced café latte con vainilla. Estoy en una ciudad diferente, mi mochila está en la habitación. Tengo baht en mi billetera—muchos baht. Vaya año nuevo.

9…

Entra llamada, entra, por favor.

8…

El año entero pasa por mi mente. Ha sido un año excelente.

7…

A dónde estaré para bienvenir el 2007? O quizá deba preguntar, a dónde estaré para recibir el 2550?

6…

Con mi familia. Más nunca pasaré un año nuevo lejos de mi familia.

5…

Bueno, quizá más nunca pasaré un año nuevo lejos de mi papá, mi mamá y mi hermana. Quizá nuestro próximo año nuevo será una aventura.

4…

Todos cantamos juntos, en diferentes idiomas. Yo canto en español.

3…

El grandísimo elefante blanco que ha estado a mi lado desde hace varias horas finalmente se desvanece.

2…

La adrenalina me consume—se acabó el año. Me gradué por segunda vez. Me vine a Tailandia. Sobreviví un corazón partido. Y todo lo que está por venir.

1…

Tonto teléfono.

¡Feliz Año!

Comentarios

  1. Wow... que celebración..! Una parranda vallenata queda en pañales despues de esta descripción. Siempre he sentido que Tailandia fue una maravillosa experiencia, pero hoy reconfirmo que estoy contenta que ya fue, ya pasó, ya fuiste, ya viniste, ya...

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