Me vine a Alemania (entre muchas otras razones) a cursar una maestría. Llegué en julio del 2010. Eso quiere decir que llevo un año esperando para empezar la maestría... y esto es lo que ha pasado hasta ahora:
Los alemanes hacen las cosas bien, y no están aquí para dar "papaya" a nadie. Por cierto, intenté explicar esa frase, dar papaya, a mi familia alemana (Papaya geben), y la verdad es que no resultó muy bien. ¿Qué significa eso, dar papaya? Es decir, ajá, yo sé, significa poner algo demasiado fácil. Pero, ¿de dónde rayos salió eso? Somos raros, nosotros los colombianos... Bueno, pero ajá, aparte de no dar con el concepto, tampoco dan la papaya. Ellos saben que su idioma es complicado, pero saben también que la supervivencia de su idioma depende de que la gente lo hable. Por eso abren sus puertas con gusto y cariño, gerne, para que vengan inmigrantes al país. Para ello hay que cumplir con uno de dos requisitos: (1) tener un nivel de alemán superior certificado por una entidad alemana, o (2) tener un año para aprender alemán aquí. Así llegué yo, con un alemán ahí más chueco que pa'onde, y tuve un año entero para aprender el idioma. Listo. Me piden entonces certificación de mi nivel, y tomo la prueba que ellos requieren y la paso con nota perfecta. Me piden entonces certificación de mi nivel de conocimiento de la cultura, historia y leyes alemanas, y tomo la prueba que ellos requieren y la paso con nota perfecta. Es decir, soy tan alemana como los alemanes.
Bueno, casi.
Llego a la universidad, mostrándoles que ya he cumplido con los requisitos, que me dejen hacer la maestría. Please.
Entonces me dicen que claro, que bienvenida - pero que antes tengo que tomar un curso de alemán. Un curso de alemán, o sea, otro curso de alemán, que dura un año y medio. Ugh. Pero bueno... de todos modos la maestría empieza en el otoño y no tenía nada que hacer durante la primavera, entonces, ajá. Dale, tomemos ese curso. Aprovecho entonces, durante la primavera, para reunirme con el director del programa de maestría. La maestría es sobre literatura inglesa y americana, y yo tengo dos pre-grados (Bachelor of Arts) en literatura inglesa, americana y española. Es decir, yo soy la candidata perfecta para esta maestría. "Pero, ¿cómo certificas tu nivel de inglés?", me pregunta el señor profesor doctor B. Eh, ¿que cómo? Mi diploma de bachillerato gringo no sirve. Mis DOS diplomas de universidad gringos no sirven. Mi alto nivel, demostrado durante nuestra conversación, no sirve. Bueno, dale, está bien, yo tomo el TOEFL (que cuesta 200 Euros) y certifico mi nivel de inglés. Done. Tomo el TOEFL y saco 118/120. Ya, ya no hay más peros ni más na. Ya empiezo la maestría en otoño 2011. ¿Cierto?
No tan cierto...
Resulta que ahora no tengo el nivel de alemán. "Ah, pero claro, Natalya, es que estás en Alemania..." Sí, lo mismo pensaría yo... pero es que la maestría es 100% en inglés. Las lecturas (siendo literatura inglesa y americana) son en inglés; las clases y las cátedras son en inglés; los trabajos y los ensayos son en inglés. Todo es en inglés.
Pero estoy en Alemania, y en Alemania se habla alemán. Entonces, ajá. Hasta que no pueda certificar que mi nivel de alemán está a nivel universitario (mi certificación pasada certifica que hablo alemán a nivel de colegio, por así decirlo...), no puedo empezar la maestría. Kein Problem! ¿Cierto? Tomo un examen de alemán y listo el pollo.
No tan cierto...
Resulta que sólo tengo dos opciones para tomar este examen: el Test DaF o el DSH. ¡Listo! Tomo uno de los dos y punto. No... El Test próximo Test DaF es en noviembre - es decir, muy tarde para empezar la maestría. Y el DSH no me DEJAN tomarlo sino hasta que haga los tres semestres del curso de alemán en la universidad.
¿Que si estoy frustrada? Sí.
¿Que si estoy desesperada? Sí.
¿Que si me devuelvo? No.
El paso a seguir es esperar. Y yo odio esperar, pero este país (si más nada) me está enseñando la virtud de la paciencia. No hay nada que hacer, no hay con quién pelear, no hay a quién pasarle un billetico de 20 Euros para que me haga el cruce. Esperar. En octubre empiezo el segundo semestre de mi curso de alemán, en abril el tercero. Y cuando pase ese examen con nota perfecta, porque lo voy a pasar con nota perfecta, voy a empezar mi maestría en octubre del 2012. Y cuando me vaya de Alemania, si es que algún día me voy de Alemania, me voy a ir al menos con mi maestría y con un alemán tan bueno, que hasta los "nativos" tendrán que preguntarse si yo soy o no alemana.
He dicho.
Los alemanes hacen las cosas bien, y no están aquí para dar "papaya" a nadie. Por cierto, intenté explicar esa frase, dar papaya, a mi familia alemana (Papaya geben), y la verdad es que no resultó muy bien. ¿Qué significa eso, dar papaya? Es decir, ajá, yo sé, significa poner algo demasiado fácil. Pero, ¿de dónde rayos salió eso? Somos raros, nosotros los colombianos... Bueno, pero ajá, aparte de no dar con el concepto, tampoco dan la papaya. Ellos saben que su idioma es complicado, pero saben también que la supervivencia de su idioma depende de que la gente lo hable. Por eso abren sus puertas con gusto y cariño, gerne, para que vengan inmigrantes al país. Para ello hay que cumplir con uno de dos requisitos: (1) tener un nivel de alemán superior certificado por una entidad alemana, o (2) tener un año para aprender alemán aquí. Así llegué yo, con un alemán ahí más chueco que pa'onde, y tuve un año entero para aprender el idioma. Listo. Me piden entonces certificación de mi nivel, y tomo la prueba que ellos requieren y la paso con nota perfecta. Me piden entonces certificación de mi nivel de conocimiento de la cultura, historia y leyes alemanas, y tomo la prueba que ellos requieren y la paso con nota perfecta. Es decir, soy tan alemana como los alemanes.
Bueno, casi.
Llego a la universidad, mostrándoles que ya he cumplido con los requisitos, que me dejen hacer la maestría. Please.
Entonces me dicen que claro, que bienvenida - pero que antes tengo que tomar un curso de alemán. Un curso de alemán, o sea, otro curso de alemán, que dura un año y medio. Ugh. Pero bueno... de todos modos la maestría empieza en el otoño y no tenía nada que hacer durante la primavera, entonces, ajá. Dale, tomemos ese curso. Aprovecho entonces, durante la primavera, para reunirme con el director del programa de maestría. La maestría es sobre literatura inglesa y americana, y yo tengo dos pre-grados (Bachelor of Arts) en literatura inglesa, americana y española. Es decir, yo soy la candidata perfecta para esta maestría. "Pero, ¿cómo certificas tu nivel de inglés?", me pregunta el señor profesor doctor B. Eh, ¿que cómo? Mi diploma de bachillerato gringo no sirve. Mis DOS diplomas de universidad gringos no sirven. Mi alto nivel, demostrado durante nuestra conversación, no sirve. Bueno, dale, está bien, yo tomo el TOEFL (que cuesta 200 Euros) y certifico mi nivel de inglés. Done. Tomo el TOEFL y saco 118/120. Ya, ya no hay más peros ni más na. Ya empiezo la maestría en otoño 2011. ¿Cierto?
No tan cierto...
Resulta que ahora no tengo el nivel de alemán. "Ah, pero claro, Natalya, es que estás en Alemania..." Sí, lo mismo pensaría yo... pero es que la maestría es 100% en inglés. Las lecturas (siendo literatura inglesa y americana) son en inglés; las clases y las cátedras son en inglés; los trabajos y los ensayos son en inglés. Todo es en inglés.
Pero estoy en Alemania, y en Alemania se habla alemán. Entonces, ajá. Hasta que no pueda certificar que mi nivel de alemán está a nivel universitario (mi certificación pasada certifica que hablo alemán a nivel de colegio, por así decirlo...), no puedo empezar la maestría. Kein Problem! ¿Cierto? Tomo un examen de alemán y listo el pollo.
No tan cierto...
Resulta que sólo tengo dos opciones para tomar este examen: el Test DaF o el DSH. ¡Listo! Tomo uno de los dos y punto. No... El Test próximo Test DaF es en noviembre - es decir, muy tarde para empezar la maestría. Y el DSH no me DEJAN tomarlo sino hasta que haga los tres semestres del curso de alemán en la universidad.
¿Que si estoy frustrada? Sí.
¿Que si estoy desesperada? Sí.
¿Que si me devuelvo? No.
El paso a seguir es esperar. Y yo odio esperar, pero este país (si más nada) me está enseñando la virtud de la paciencia. No hay nada que hacer, no hay con quién pelear, no hay a quién pasarle un billetico de 20 Euros para que me haga el cruce. Esperar. En octubre empiezo el segundo semestre de mi curso de alemán, en abril el tercero. Y cuando pase ese examen con nota perfecta, porque lo voy a pasar con nota perfecta, voy a empezar mi maestría en octubre del 2012. Y cuando me vaya de Alemania, si es que algún día me voy de Alemania, me voy a ir al menos con mi maestría y con un alemán tan bueno, que hasta los "nativos" tendrán que preguntarse si yo soy o no alemana.
He dicho.
Natal... si apareciera mi Hada Madrina, porque of course YO TENGO un Hada Madrina y me concediera tres deseos (porque of course son tres deseos, ni dos, ni cuatro, pero bueno...) uno de mis deseos sería que el Ser Humano naciera con paciencia, así tal cual, igual como nace con ojos y brazos, que tambien naciera con paciencia, que no fuese una virtud aprendida, sino algo que viene incluído, you know what I mean?
ResponderBorrarSi Nat, tienes que sacar de esta situación lo mejor, y lo mejor es desarrollar la virtud de la paciencia. ¿Qué puedo decirte? Paciencia. With lots of love and tons of patiente.