Ir al contenido principal

de todas las cosas que podrían pasar (y no pasan)

Hace un par de semanas, cuando todavía había verano, cuando la temperatura subió hasta 29ºC, cuando el sol picaba delicioso y tocaba esconderse bajo gafas y gorra, y tocaba bañarse en bloqueador, fuimos a la playa. Yo soy más bien cobarde, lo confieso con algo de pena, y totalmente "alérgica" al dolor - entonces evito todo lo que me pueda causar dolor. Como el agua fría, por ejemplo; porque si bien se sienten esos 29ºC, las playas del mar Báltico con suerte se calientan hasta 20ºC (que no se nos olvide que yo sigo en el norte de Alemania).




Aparte de que el agua es fría, ful fría, pienso en todas las cosas que podrían causarme dolor. A continuación, mi listado de cosas por evitar en paseos a la playa:

- Aguamalas. Hay ful aquí. En serio. Es absurdo. Hay de las que pican (¿muerden?) y de las que no - pero no quiero averiguar cuál es cuál. Entonces las evito.

- Langostas, cangrejos, caracoles, calamares, y demás mariscos y moluscos que se ven ricos en un plato de comida pero no en el mar. Ellos todos tienen tenazas y cosas que pueden doler.

- Tiburones. Alguna vez leí en alguna página súper científica (buzzfeed) que es más posible que te mueras es un accidente aéreo que por una mordida de tiburón. Puede que sea cierta esa estadística, ¡pero eso no quiere decir que no puedas morirte por un mordisco de un tiburón! Y es que mi miedo ni siquiera es a la muerte (a pesar de lo que los estudios psicológicos dicen de las fobias), mi miedo es al dolor: y nadie me puede decir que un mordisco de tiburón no duele. Y aunque es posible que no haya tiburones en el mar Báltico, pues, Señores, tampoco había ballenas y este verano se han visto tres ballenas (dos adultos y un bebé) en las playas de Schleswig-Holstein - de todo se ve en la viña del Señor.

- Un rayo. Es posible que caiga un rayo. Y que me caiga a mi. Y que me electrocute. Y que me duela.

- Una mala caída, o una mala pisada, sobre una piedra. Las playas de por aquí son súper pedrosas, y por eso camino con extra cuidado. Yo, que ya de por sí me salen morados solo con mirarme feo, no quiero lastimarme con bobas piedras.

- Perros. A los alemanes les encanta ir a la playa con sus perros. Y si bien en general casi todos los perros están entrenados y son encantadores, siempre existe la posibilidad de que un perro me muerda. Y eso duele. 

- Cthulhu. Si tengo que explicarlo, nunca lo vas a entender.

- Serpientes marinas. De esas que hay en Australia. Uno nunca sabe - si pudo llegar Nemo a P. Sherman 32 Wallaby Way Sydney, puede llegar una serpiente marina al Báltico.

- Úrsula, la bruja de La Sirenita. O un pulpo cualquiera. Anda, ahora que lo pienso, anguilas...

Ese es mi listado. Estoy pendiente de todas esas cosas cuando voy a playa - por lo que me alegro de vivir en un país que dura 9 meses en invierno (entonces no hay muchas idas a la playa).

Pero ese día que fuimos, ese día que estuve pendiente de todos los posibles peligros, de todos los posibles "hacedores de dolor", nunca se me ocurrió que me atacaría lo que me atacó. O sea: tengo en mi lista a Cthulhu, y no al idiota que me causó un dolor horrible.

Mira:

Esa es mi cara de tragedia

Esa es mi herida de guerra 5 horas después.

Me picó una avispa, hey. ¿Puedes creer eso? De todas las cosas que me podrían pasar en la playa, de todas las cosas para las que estaba preparada - me pasó la única bobada para la que no estaba preparada. ¡Estaba preparada para el maldito Cthulhu y no para esto! Una avispa - una abeja - un abejorro - yo todavía no estoy segura qué era. En alemán se llama Pferdebremse, es decir, literalmente traducido, "el frenador de caballos". La cosa es tan grande y tan poderosa que le pone freno a los caballos. A LOS CABALLOS. ¡Me picó un bicho que ataca a caballos!

No lo puedo creer. De verdad estoy en shock - para colmo duele como el demonio. Pero más que adolorida, estoy es ofendida, hey. De todas las cosas que me han podido picar... de todo para lo que estaba mentalmente preparada, de todo lo normal o posible (o anormal o imposible), ¿¡me toca un frenador de caballos!?

No hay derecho.

Creo que hasta Cthulhu hubiera sido mejor.

(Si ya estás intrigado sobre Cthulhu, http://es.wikipedia.org/wiki/Cthulhu)

Comentarios

  1. Ay Natal... como te educamos de mal; de todo lo que hay que escribir sobre Neptuno, tu escoges paranoidemente ilustrarnos con temas que no habíamos pensado. ¿Divino el mar báltico? ¿La gente va a bañarse o a echar cuentos como nosotros? ¿Se encontraron con algún extranjero? ¿Llevaron comida o haya llega el vendedor de raspao´, mango verde, cocada, coco de agua, que la trencita, que el masaje, que el aceite de coco, que la carpa, que la cervecita, que el paseo a laj ijlajs...? Cuenta, cuenta... ¿cómo es eso en el Mar Báltico? Y si sientes que ninguna de mis temas hubiese sido mejor que tu inventario paranoico, entonces escribe dinos... ¿si fue gol de Yepez?

    PD: Me encantó este blog, me reí, te escuché relatando cada "peligro". Danke.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

de cómo nos conocimos (o, la infame historia del Bar Swinger)

Podría (debería) ser un tanto melodramática y describir la fría noche de otoño en que el universo conspiró a nuestro favor (y en contra de otros). Pero vamos, es Cajicá -- siempre hace frío. Y vamos, es Colombia -- realmente no hay temporadas. Entonces no, no. Dejemos la poesía de lado porque mucho tuvo esa noche, pero nada fue romance, nada fue amoroso, nada fue poético. A menos que la lujuria y lo carnal sean poético hoy en día. Yo salí con mi prima, él con su mejor amigo. Yo quería una noche de tragos y amigas, él (como buen gavilán pollero) iba en busca de pollitas. Yo ni me di cuenta de su llegada, él vio una mini falda y botas altas de cuero. Pero no nos adelantemos a los hechos. Esta historia es como la del Titanic, porque todos sabemos que el barco se hunde ( OMG, spoiler alert! ), pero nadie sabe cómo pasa eso. Y como toda historia, es una historia de amor. Todas las historias son historias de amor. Una noche de septiembre hace 6 años, mi prima me comentó que un amigo su

Stitch me ama

Estuvimos en Eurodisney en París la semana pasada. Fue una aventura impresionante - para mi, volver a vivir la emoción de Disney después de 14 años de no vivirla. Para Honey, descubrir a Mickey por primera vez. Si bien tuvimos una reunión privada con Mickey, con Buzz Lightyear y con Jack y Sally, tuvimos una experiencia increíble con Stitch. Resulta que Stitch se escapó de la estación espacial, robándose la nave de Capitán. Pero nosotros (Honey y yo, junto con Joaquín, el ayudante de la estación en la tierra donde podíamos comunicarnos con Stitch, y los otros tripulantes) logramos establecer comunicación satelital con Stitch. Y como la tecnología de hoy en día es maravillosa, no sólo teníamos audio, sino que podíamos vernos: nosotros a Stitch, y Stitch a nosotros. Más o menos así se veía: Stitch estaba sorprendido de ver a tanta gente en la estación, y pidió que se les presentara. Habló con un niño de Inglaterra, con una niña de Rusia, y con otra niña también de Inglater

"Brida"

Hace un par de días terminé de leerme el primer regalo que me dejó Fede, "Brida", de Paulo Coelho. Tengo que decir de frente que no soy fan de Coelho, y que definitivamente no soy fan del tema tratado en su novela--que realmente no era una novela, era más bien una corta y aburridamente redactada biografía de Brida O'Fern, una bruja irlandesa. Bueno, una hechicera irlandesa. En la edición que leí habían 258 páginas, lo que me trajo a un tiempo de lectura de 3 días. Estoy contenta de saber que no he perdido mi habilidad de lectura rápida. Si yo fuera una hechicera, creo que ese sería mi Don. Hay gente con el Don de ver espíritus, hay otros con el Don de leer la mente... "Natalya, ¿cuál es tu Don?" Ajem--diría, poniendo la frente en alto, muy orgullosa de mi Don: "Mi Don es la lectura rápida". Ja. Volviendo a Brida--en general no me gustan las biografías, ni mucho menos las que son tan cortas. Claro que el "Relato de un Náufrago" de Gabriel Ga