Aprender a confiar

Tengo que aprender a confiar en los expertos - y para dejar las cosas bien claras desde el principio, "Google Images" no califica como experto, ni tampoco esa amiga que aparece de la nada con soluciones o comentarios raros. 

Cuando me picó la abeja esa horrible en la playa hace un mes, esa que se llama "frena-caballos", cometí el error de hacer una búsqueda en Google para ver qué tan grave era mi condición. Claro, de una Google Images me mostró los casos más exagerados: infección, gangrena, amputación. Todo a causa de una picada de una abeja horrible. Y yo, que ya no respondo por mi sola sino por otra personita además, entré en pánico. Llamé a mi partera, a una amiga de aquí que es médico, a la Dra Cami que es médico, y todos me dijeron lo mismo: relax. Yo, of course, hice todo lo contrario de "relax".

Ya casi invisible mi picada, recibí una llamada de una amiga (¿amiga? La esposa de un amigo de Honey...), también embarazada, a decirme que tenía unas medicinas para mi. Yo, que confieso mi adicción a las pastillas, dije que ¡claro! ¡Gracias! Que cuándo nos vemos - y la próxima vez que nos vimos, un par de días después, me trajo una bolsita llena de medicinas, y su explicación (ella es ingeniera de sistemas, ¿ok? Pero pareciera por su explicación que entre C++ y HTML se graduó de médico también): "Este es magnesio. Te lo tomas todos los días, una al día. Es para evitar espasmos musculares. Este es un suplemento de calcio, lo necesitas para los huesos del bebé--si no lo estás tomando ya, apúrate. No queremos que tu bebé nazca enfermo. Y estas son unas tirillas que te miden el pH vaginal para asegurar que no tengas infecciones y que no lastimes al bebé. Las usas una vez a la semana. ¿Dale? ¡Buena suerte! ¡Me cuentas!"

Yo quedé petrificada. Ni siquiera ha nacido mi hijo y ya soy la peor mamá del mundo. Va a salir deforme, bruto y con infecciones vaginales de la mamá... Entonces, hice lo que toda mamá responsable haría en mi caso de paranoia: hice una búsqueda en Google. Y resulta que sí: Google Images muy gentilmente me mostró todas las fotos de todas las formas en que mi hijo va a salir mal porque yo hice todo mal y soy la peor mamá del mundo. 

Entonces, hice lo que toda persona normal, con tres dedos de frente, hace en caso de duda: fui al médico. Muy gentil mi médico me atendió de una, sin cita, porque dije que era una emergencia, que sentía que algo no estaba bien, "no lo puedo explicar, sólo sé que se siente... este... no sé. ¿Mal?" El médico, 90% incrédulo y 10% curioso, me hizo una ecografia mostrando que #littleBabyHergett está perfectamente sano. Y luego me preguntó de dónde venía mi inconformidad. 

Cuando le dije, "es que vi en internet..." me interrumpió y me dijo, serio pero gentil, no te pongas a buscar cosas en internet. Y yo, "es que una amiga me dijo..." y él, "¿Es médico tu amiga?" Y yo, "no, pero está embarazada." Él, en su mejor intento de disimular su frustración, me dijo: "Yo soy tu médico. No el internet ni tus amigas. Yo. Y yo estoy asegurándote que estás perfectamente bien, que tu hijo está perfectamente bien, y que las vitaminas que YA estás tomando son suficientes. Así que relájate y confía en mi. Y confía en ti. Apaga la computadora."

No me atreví a contarle de la conversación que leí en Facebook en mi grupo de mamás, donde unas viejas empezaron a decir que habían sentido a su hijo moverse desde la semana 11, 14, 16... Y yo voy por la 21 y nada que siento algo que no sea indigestión. 

Tampoco me atreví a contarle que he dejado de comer queso porque otra vieja me contó (EL DÍA QUE LA CONOCÍ) que su bebé nació prematuro y casi se le muere porque ella comió queso no pasteurizado. 

Tampoco le conté que ANTES de ir a mis citas de control con él tengo "citas virtuales" (por whatsapp o iMessage) con médicos en Cartagena, Bogotá, Barranquilla y Augusta (EE.UU.), y que generalmente después de las citas virtuales internacionales y la cita física aquí en Kiel, voy donde mi médico general en Heikendorf a que me confirme que sí, en efecto, todo está bien. 

Él es mi médico, y sí confío en él... Pero, no está mal asegurarse doble, ¿cierto? Ni triple. O quizá estoy equivocada y tengo simplemente que aprender a confiar. 

Mario, Chiki, Cami, Canuck, Dr von Stockhausen, Dr Arp: yo confío plenamente en todos ustedes. Sobre todo cuando todos llegan a la misma conclusión: alles ist gut. Todo está bien.