Ir al contenido principal

Cierto y no tan cierto

Hay tantas cosas que me auguraron con respecto al embarazo y a tener un bebé... 50 semanas después (41 de embarazo + 9 que lleva #littleBabyHergett en el mundo), me atrevo a hacer mi listado de lo que ha sido cierto, y de lo que no ha sido tan cierto...

1. No vas a dormir más nunca.
Lo siento, nuevos padres de familia: no quiero sonar a disco rayado, porque esto es lo que todo el mundo dice. Pero es cierto. Ful cierto. Porque la regla de dormir cuando el bebé duerme solo funciona si y solo si el bebé se duerme de una. Y si no se le cae el chupo. Y si no se le queda atrancada la manito en la sábana. Y si no suspira demasiado duro. Y si no tose de vez en cuando. Y si no estornuda. Y si respira todo el tiempo. Y si no llora. Y si no se queja. Es decir - cuando el bebé duerme, la mamá está o poniéndole el chupo para que no se despierte, o quitándole la manito enredada en la sábana, o revisando que el bebé sí esté respirando y que no se esté ahogando... O la mamá está aprovechando para bañarse. O para comer. O para escribir blogs. O simplemente para mirar por la ventana y tener un instante para ella consigo mismo. Un instante, digo, porque antes de poder cerrar los ojitos ya el bebé está despierto again.

2. No pares bolas a los consejos; sigue to instinto, que la madre naturaleza te dirá cómo hacer las cosas de la manera correcta para tu bebé. 
Eh, no. Esto no es ni un poquito cierto. La madre naturaleza me dio boobies llenas de leche, cierto. Pero la madre naturaleza no me dijo que la leche no baja de una, ni que el bebé no sabe agarrar el pezón; ni tampoco me dijo cómo cargar al bebé para que coma bien, ni tampoco que a veces el bebé chupa mal y se tapan los canales por los que viaja la leche y eso duele como el demonio... La madre naturaleza no me dio un manual de instrucciones para calmar a mi bebé cuando llora, ni tampoco me dijo qué pañales comprar ni cómo ponérselos. La madre naturaleza no me dijo cuánta ropa ponerle al bebé, ni tampoco cómo medirle la temperatura y decidir si hay que ir o no al médico. La madre naturaleza a mi no me dijo NADA. Ella me entregó un bebé y me dijo, "¡Buena suerte!", y se fue. 

(Menos mal estaba mi mamá aquí)

3. Todos los bebés son diferentes.
Esto es ful barro que sea cierto, porque es precisamente la razón por la que no hay un manual universal de instrucciones. Ya verás, a los bebés alemanes, por ejemplo, les encanta que los envuelvan ful apretados en mantas - como un burrito o una fajita, decimos Honey y yo. Pero #littleBabyHergett detesta estar encerrado. A los bebés por lo general les encanta el chupo y muy rápidamente hay que matricularlos en Chupos Anónimos - a #littleBabyHergett le gusta el chupo por momentos, cuando él quiere, no siempre, y no por mucho tiempo. Hay ful bebés a los que hay que mantenerlos en total silencio para que se duerman - pfft. A mi hijo, entre más ruido haya, mejor duerme: el otro día, mientras Robotina hacía el aseo, el pelao dormía plácido; no fue sino que terminara la máquina con su escándalo para que #littleBabyHergett abriera sus enormes ojos hermosos y ya - ya no más siesta. Ni para él ni para nadie.

4. Vas a tener boobies enormes. Se te va a caer el pelo. Más nunca vas a poder ir al baño a Number Two.
Mentira. Menos mal que mentira. Y gracias a Dios que mentira. Las boobies se te ponen enormes si ya desde antes tenías boobies enormes. ¿Yo? Yo tengo unas cositas ahí que ahora parecen medio normales. Pfft. Y lo del pelo - desde el 4 mes me ha crecido de manea exponencial y se ha puesto divino. ¡Qué vivan las hormonas! Y lo de ir al baño - no es que quieras saber estas intimidades, querido lector, pero mis movimientos estomacales han sido perfectos desde que me sacaron la vesícula biliar en el 2010. Digamos que a mi las cosas me salen muy bien, muchas gracias.

5. Se te va a olvidar todo el dolor y vas a desear volver a pasar por toda esta locura otra vez.
Me duele en mi orgullo aceptar que esto es lo más cierto de todo. El dolor no se olvida al día siguiente - a mi me tomó dos semanas que se me olvidara. El dolor de todos los 9 meses de embarazo, el dolor de las contracciones, el dolor del trabajo de parto, el dolor de las inyecciones para todo, todo el tiempo, para todo y en todas partes. Después, el dolor de la recuperación de la cesárea, el dolor de aprender a amamantar, el dolor de caminar, de reírte, de estornudar, de toser. Duele. Duele ful. Duele todo el tiempo. Pero cuando empiezas a encontrar en ritmo con tu hijo, cuando empiezas a ver que se parece a ti (#littleBabyHergett tiene mis ojos), y cuando empieza a sonreírte - wow. No hay palabras para eso. Y sí, sí se te olvida todo. Ya no te duele nada (eso puede ser por la falta de sueño), y toda tu energía está enfocada en disfrutar de cada instante con ese pedacito de ti. Y nada duele. Y ya te empiezas a permitir pensar en el segundo o tercer hijo... basta con tan solo verte las estrías y la cicatriz de la cesárea para decidir esperar unos años más. 

El bebé está dormido - voy a revisar si está respirando, voy a ver si quiere el chupo y si no tiene la manito enredada en la sábana, y voy a intentar dormir. Deséame suerte. La necesito. Pero si no duermo, al menos me quedaré mirando la carita perfecta de ese pedacito de mi que tengo acostado a mi lado.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

de cómo nos conocimos (o, la infame historia del Bar Swinger)

Podría (debería) ser un tanto melodramática y describir la fría noche de otoño en que el universo conspiró a nuestro favor (y en contra de otros). Pero vamos, es Cajicá -- siempre hace frío. Y vamos, es Colombia -- realmente no hay temporadas. Entonces no, no. Dejemos la poesía de lado porque mucho tuvo esa noche, pero nada fue romance, nada fue amoroso, nada fue poético. A menos que la lujuria y lo carnal sean poético hoy en día. Yo salí con mi prima, él con su mejor amigo. Yo quería una noche de tragos y amigas, él (como buen gavilán pollero) iba en busca de pollitas. Yo ni me di cuenta de su llegada, él vio una mini falda y botas altas de cuero. Pero no nos adelantemos a los hechos. Esta historia es como la del Titanic, porque todos sabemos que el barco se hunde ( OMG, spoiler alert! ), pero nadie sabe cómo pasa eso. Y como toda historia, es una historia de amor. Todas las historias son historias de amor. Una noche de septiembre hace 6 años, mi prima me comentó que un amigo su

Stitch me ama

Estuvimos en Eurodisney en París la semana pasada. Fue una aventura impresionante - para mi, volver a vivir la emoción de Disney después de 14 años de no vivirla. Para Honey, descubrir a Mickey por primera vez. Si bien tuvimos una reunión privada con Mickey, con Buzz Lightyear y con Jack y Sally, tuvimos una experiencia increíble con Stitch. Resulta que Stitch se escapó de la estación espacial, robándose la nave de Capitán. Pero nosotros (Honey y yo, junto con Joaquín, el ayudante de la estación en la tierra donde podíamos comunicarnos con Stitch, y los otros tripulantes) logramos establecer comunicación satelital con Stitch. Y como la tecnología de hoy en día es maravillosa, no sólo teníamos audio, sino que podíamos vernos: nosotros a Stitch, y Stitch a nosotros. Más o menos así se veía: Stitch estaba sorprendido de ver a tanta gente en la estación, y pidió que se les presentara. Habló con un niño de Inglaterra, con una niña de Rusia, y con otra niña también de Inglater

"Brida"

Hace un par de días terminé de leerme el primer regalo que me dejó Fede, "Brida", de Paulo Coelho. Tengo que decir de frente que no soy fan de Coelho, y que definitivamente no soy fan del tema tratado en su novela--que realmente no era una novela, era más bien una corta y aburridamente redactada biografía de Brida O'Fern, una bruja irlandesa. Bueno, una hechicera irlandesa. En la edición que leí habían 258 páginas, lo que me trajo a un tiempo de lectura de 3 días. Estoy contenta de saber que no he perdido mi habilidad de lectura rápida. Si yo fuera una hechicera, creo que ese sería mi Don. Hay gente con el Don de ver espíritus, hay otros con el Don de leer la mente... "Natalya, ¿cuál es tu Don?" Ajem--diría, poniendo la frente en alto, muy orgullosa de mi Don: "Mi Don es la lectura rápida". Ja. Volviendo a Brida--en general no me gustan las biografías, ni mucho menos las que son tan cortas. Claro que el "Relato de un Náufrago" de Gabriel Ga