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Sugarbaker

Últimamente estoy toda intensa viendo la serie "House", sobre un médico que diagnostica a los indiagnosticables, y los trata con procedimientos no sólo poco ortodoxos sino que además ponen en riesgo su vida, y los maltrata emocionalmente... El tipo es un maldito, pero un maldito genio. Muchos se salvan, algunos pocos se mueren. Pero c'est la vie.


Me gusta ver la serie porque, aunque tiene sus partes de novela (el amor no correspondido de House a Cameron o a Cuddy; los problemas de Foreman; Taub y su infidelidad patológica; 13 y sus misterios...), tienen casos súper interesantes. Yo no soy médico ni tengo formación médica. Es más, lo más cercano que tengo yo a la medicina son amigos médicos, que en realidad son perfectos para mi porque yo soy más o menos hipocondríaca. Lo cual es contradictorio, ¿cierto? Una persona que piensa que está enferma viendo una serie de gente que sí está enferma... ah, la ironía de la vida... Pero como decía, me gusta ver la serie, y me gusta pensar que estoy aprendiendo alguito. Hipervitaminosis, ¿qué tal?

Me gusta ver la serie porque se trata de un médico que trata todo lo que los otros médicos no han tratado para salvar al paciente. Y me gusta pensar que en el mundo real quizá sí hay un "Dr. House" que está dispuesto a probar todos los métodos comunes y no comunes, ortodoxos y no ortodoxos, para salvar a un paciente.

Tengo la fortuna de nunca haber estado cercana a la muerte. Cercana físicamente, sí: fui ayudante de un evento médico en el que se trasladaron cientos de pacientes renales terminales de diversas partes del país a Cartagena para que conocieran el mar [antes de morir], y mi labor era estar en el cuarto con los pacientes que, por condición física ultra mala, no podían ni bajar a la playa; corría peligro su catéter y otra cantidad de cosas que ni antes entendía ni entiendo ahora. Una señora casi se nos muere, me dijo la enfermera, y yo, ahí, tratando de poner mi cara más "neutra" para no asustar a la paciente que estaba en el limbo entre la vida y la muerte - literalmente.

Pero cercana a la muerte emocionalmente, no. Sí se ha muerto mucha gente a mi alrededor, pero todo ha sido "normal". Es decir, es gente que ha estado viva un día y al día siguiente, pues, ya no. Y no he sido cercana al cáncer - mi abuela murió de cáncer en todas partes, pero se murió 30 días después de su diagnóstico. Todos alcanzamos a despedirnos, hasta mi papá hizo las paces con ella, y ya - fue muy tranquilo, muy "intelectual", si eso es del todo posible.

Pero ahora me encuentro con una situación que mezcla a la medicina no ortodoxa, con la realidad, con el cáncer, conmigo.

En 1981, el Dr. Paul H. Sugarbaker desarrolló una nueva alternativa para el tratamiento de cáncer con intención curativa. La alternativa fue à la Dr. House, en el sentido que fue poco ortodoxa; es más, según tengo entendido, 30 años después no ha conseguido todavía aprobación de la FDA.
La comunidad científica, sin embargo, ha criticado [este procedimiento] al considerar que: se trata de una experiencia personal, con un protocolo de tratamiento no homogéneo con modificaciones evolutivas en el tiempo, tratarse de un estudio retrospectivo no randomizado, y finalmente considerar que los citostáticos empleados en su protocolo son obsoletos. 
Fuente

Aparentemente nada más hay un grupo de especialistas en Colombia que están preparados para llevar a cabo este tipo de procedimiento, en la Fundación Santa Fé de Bogotá, y la operación cuesta alrededor de 200 millones de pesos (más de USD 100.000). (Para leer más sobre la técnica, en inglés, haz clic aquí.) La técnica aplica para diversos tipos de cáncer, entre ellos el cáncer de ovario.

Y es ahora cuando la realidad se sienta y la fantasía de House se acaba, porque yo conozco a una persona que necesita este procedimiento experimental para vivir. Se llama Diana Gineth Ramírez Ríos, y fuimos al colegio juntas. Tiene mi edad, es inteligente, está casada, es ingeniera con maestría, es una buena persona - y tiene cáncer. Ya ha pasado por varias operaciones, ya le han quitado varias partes de su cuerpo, incluido un ovario, y no la han podido curar con la quimioterapia y las cirugías convencionales y ortodoxas. Por eso es hora de hacer algo no convencional y no ortodoxo. Ya es hora del procedimiento Sugarbaker.

Pero necesita tu ayuda. Sí, la tuya. Tú, que estás leyendo esto, libre de cáncer, sentado en tu sofá o en tu cama o en tu escritorio, con gente sin cáncer alrededor tuyo. 

Visita la página de la Fundación Mujer Virtuosa para conocer más sobre Diana. 

Y no te preocupes, no te estreses, tu tranquis, que ayudar es muy fácil:

Si vives en Barranquilla, compra una de las boletas para la rifa que se está llevando a cabo para ayudar a Diana a recoger fondos. Contacta a Diana vía E-Mail - diana.gineth.ramirez@gmail.com. La boleta cuesta $20,000 y concursas por un viaje a Panamá.

Si vives en Colombia, puedes consignar el valor de la boleta (o la cantidad que puedas donar) en Bancolombia, en la cuenta de la Fundación Mujer Virtuosa Contra el Cáncer, cuenta de ahorros no. 777-682383-51. 

Si vives fuera de Colombia, puedes hacer tu donación vía PayPal (el link directo lo encuentras haciendo clic aquí).

Por favor pasa este mensaje a todas las personas que puedas. Y ojalá puedas aportar tu granito de arena - o tu granito de azúcar - para que Diana pueda estar finalmente libre de cáncer con el procedimiento Sugarbaker.

Comentarios

  1. Quisiera saber qué pasó con Diana. Si se sometió a la operación? cómo se encuentra ahora? Tengo un hermano con cáncer de colon a quien le han recomendado esta cirugía y quisiera saber la opinón de Diana al respecto.Gracias infinitas de antemano.crangelmantilla@hotmail.com
    crangelmantilla@hotmail.com
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