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à la Transmi*

*asegúrese de leer la palabra "Transmi" con la entonación correcta, como si fuera en inglés, pronunciando de la manera más gomela todas las letras, y haciendo que el sonido /i/ al final esté innecesariamente alargado.

Hay muchas cosas que pueden pasar en un Transmi. Hay algunas que son tan, pero tan raras, peculiares, bizarras, que vale la pena narrarlas - como esta

Yo monté en Transmi con más frecuencia de la que me gustaría admitir durante un poco más de tres años en Bogotá. Fue tan sólo ese corto, pero eterno, periodo porque sólo viví en Bogotá poco más de tres años. Había días buenos, había días malos (nunca, pero nunca hubo días con garrapatas); hubo días (muy pocos) en que me pegaba la madrugadita y me iba sentada, tranquila, sin contacto físico, y hubo días (más de los que estoy dispuesta a admitir públicamente) en los que me cogió el día de manera tan exagerada que ni bañarme pude, y mis pobres compatriotas tuvieron que pagar los platos rotos. Casi nunca llegué tarde; la verdad, la veces que llegué tarde fue porque es verdad que sí se demora uno más en carro que en Transmi de la 170 a la 72; pero como el carro estaba sujeto a la gentiliza de mi tío, quien algunos días era pero un alma de Dios, y otros días era o el diablo, o el que había visto al diablo empelota, entonces ajá. Quién me mandó a mi a ser asalariada en la capital de la República.

Me acuerdo una vez que, en medio del apachurramiento, en medio del espichamiento, en medio del no-sé-dónde-comienza-tu-brazo-y-dónde-termina-el-mio-miento, en medio del apiñuscamiento, escuché al típico cachaco decir: "Pero es que esto es precisamente lo que nos tiene jodidos, ala; mire, sumercé, es que no se puede seguir así: le aseguro que eso no pasa en Nuevallor ni en las Mayamis, ni por allá como por Londres o Inglaterra." Se refería mi ignorante compatriota a que hay demasiada gente para muy pocos buses en la hora pico, pero que eso únicamente pasa en Bogotá. Ahora, para ser perfectamente honesta, es posible que mi compatriota haya dicho algo como, "Eeeeh, avemariapueshomme! Pero esqueestosíesloquenostienejodidos, pues; mirepues, esqueestonopuedeseguirasipues,"... o con acento tolimense... o pastuso... o caleño... pero definitivamente no con acento Costeño. Es que en la República del Atlántico y en nuestros dominios aledaños sí sabemos lo que es mundo, y por consiguiente lo que es transporte público masivo. (O quizá no tenemos ni idea qué es, pero como no montamos en bus ni en Nuevallor ni en las Mayamis ni en Londres ni en Inglaterra, realmente no tenemos punto de comparación.)

Recuerdo haber pensado en ese momento, frente al comentario de que el transporte público masivo falla únicamente en Bogotá por falta de infraestructura o planeación, que el problema con el transporte público masivo es uno de los pocos problemas que se da IGUALITO en todas partes del mundo. Casualmente fue esa misma semana empezó a rondar por Internet este video, en el que tiene uno como colombiano que agradecer que nuestro gobierno no haya contratado (todavía) empujadores oficiales. Me pregunto cuál sería su título: Apiñuscador General; Espichador Sénior; Apachurrador en Jefe. 

Recuerdo haber pensado que en mis viajes por Tailandia y Korea la cosa no había sido muy diferente; recuerdo haber pensado que el metro de "Nuevallor" da miedo cuando no hay gente, y que en "Mayami" no hay metro entonces está como grave la comparación... 

Recuerdo haber pensado que tenía que existir un país donde el transporte público masivo, y su correspondiente infraestructura y planeación, especialmente en las horas pico, fuera, sino un éxito, al menos no tan traumático como es en Bogotá. Recuerdo haber pensado, "Fijo los Alemanes; es que ellos sí planean todo."

Pues lamento hacerme caer de la nube a mi misma, y espero de verdá verdá que mi compatriota cachaco (fijo fijo era cachaco) me esté leyendo, para decirle, "Mijito, Sumercecito, hoy me monté al Transmi alemán en Kiel, que, por cierto, también es un busecito con el acordeoncito que lo une a un vagoncito adicional, y a mi también me untaron de país: me apiñuscaron, me espicharon, me apachuraron - y por si fuera poco, como ellos todos miden de 1.80 pa'rriba, y yo apenas 1.53, píntese esa escena, sumercé..." 

Además, hace algunas semanas, regresando de Hamburgo, me tocó irme sentada en las escaleras del vagón entre 1 y 2 clase, porque no había cupo en el tren para sentarse. Es decir, esta gente, estos alemanes primermundistas y tal, estos alemanes que todo lo planean y lo calculan y lo analizan, también venden cupos de más, también apretujan a sus pasajeros, también abusan del cliente...

Los alemanes tienen ful cosas buenas, de verdad son una gente impresionante. Pero en cuanto a transporte masivo público se trata, aunque ellos lo llamen algo tan elegante como Öffentlichesnahverkehr, ahí sí no hay nada que hacer: habrá brush hour en todo el mundo, habrá afán en todo el mundo, y habrá apiñuscamiento en todo el mundo. à la Transmi.

Comentarios

  1. Me encanto. Leí todo con entonación, no como ahora que no veo en que sitio me. Jobs puso las tildes... Anyway me encanto. Y entonces? Te iras en bicicleta more opten? Yo lo haría.

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