Ir al contenido principal

Barriga llena

Siendo honesta, hablando a calzón quitao, mi tiempo en Tailandia no fue bueno. Cuando me preguntan por mi experiencia, digo (tratandode ser lo más sincera posible pero sin sonar desagradecida) que en retrospectiva fue una experiencia increíble. Pero durante mi estadía en ese país, fue más lo que lloré que lo que reí. Estaba sola, triste, del otro lado del mundo, en un trabajo que no me gustaba, con gente que no era mi gente, con gente que no hablaba mi idioma, con comida toda rara. O sea, hey, quién rayos come grillo frito y gusanitos apanados?! (Escribo desde un teclado alemán, me disculpo por los signos de interrogación z explamación faltantes.) Veo las fotos y recuerdo instantes en los que reí, recuerdo momentos de no-tristeza, recuerdo eventos que, en general, fueron buenos. Pero luego recuerdo lo de antes y lo de después y agradezco que el tiempo corra sin detenerse, y que haya corrido sin detenerse, y que ya yo no esté allá.

Pero como bien dice el dicho, con barriga llena, corazón contento.

Ayer en el Kieler Woche (ese es otro Post) vi el Stand de Thailandia. La gente con piel marrón y sus ojitos achinados, el cantaito, el olor al banano frito con miel, el olor del Thom Kah Gai, el sonido del sawatdeekah... todo eso me llevó de regreso a Tailandia.

Y lo chévere es que me llevó de regreso a los buenos momentos. Me recordó las veces que me reí con Tomoko hasta que nos dolió la barriga, mientras explorábamos Lampang y comíamos el banano ese. Me recordó la gentileza inacabable de esa gente, que por muy Farang que yo fuera, me hablaba con cariño, con dulzura, con paciencia. Bueno, qué sé yo - quizá me estaban insultando, pero a mi me sonaba bonito. Me acuerdo de la señora que me separaba el Thom Kah Gai para servírmelo sin picante y sin verduras. Me acuerdo de los niños que se me quedaban mirando, y me señalaban y gritaban, Farang! Farang!

Tuve buenos momentos en Tailandia. Muchos. Muchos, y muy buenos.

Sólo que como ya fue hace tanto tiempo, es fácil olvidarlos y recordar sólo lo duro que fue, y agradecer que ya se acabó.

Pero con la barriga llena, el corazón se pone contento. Y cuando uno está contento, sólo recuerda los buenos momentos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

de cómo nos conocimos (o, la infame historia del Bar Swinger)

Podría (debería) ser un tanto melodramática y describir la fría noche de otoño en que el universo conspiró a nuestro favor (y en contra de otros). Pero vamos, es Cajicá -- siempre hace frío. Y vamos, es Colombia -- realmente no hay temporadas. Entonces no, no. Dejemos la poesía de lado porque mucho tuvo esa noche, pero nada fue romance, nada fue amoroso, nada fue poético. A menos que la lujuria y lo carnal sean poético hoy en día. Yo salí con mi prima, él con su mejor amigo. Yo quería una noche de tragos y amigas, él (como buen gavilán pollero) iba en busca de pollitas. Yo ni me di cuenta de su llegada, él vio una mini falda y botas altas de cuero. Pero no nos adelantemos a los hechos. Esta historia es como la del Titanic, porque todos sabemos que el barco se hunde ( OMG, spoiler alert! ), pero nadie sabe cómo pasa eso. Y como toda historia, es una historia de amor. Todas las historias son historias de amor. Una noche de septiembre hace 6 años, mi prima me comentó que un amigo su

Stitch me ama

Estuvimos en Eurodisney en París la semana pasada. Fue una aventura impresionante - para mi, volver a vivir la emoción de Disney después de 14 años de no vivirla. Para Honey, descubrir a Mickey por primera vez. Si bien tuvimos una reunión privada con Mickey, con Buzz Lightyear y con Jack y Sally, tuvimos una experiencia increíble con Stitch. Resulta que Stitch se escapó de la estación espacial, robándose la nave de Capitán. Pero nosotros (Honey y yo, junto con Joaquín, el ayudante de la estación en la tierra donde podíamos comunicarnos con Stitch, y los otros tripulantes) logramos establecer comunicación satelital con Stitch. Y como la tecnología de hoy en día es maravillosa, no sólo teníamos audio, sino que podíamos vernos: nosotros a Stitch, y Stitch a nosotros. Más o menos así se veía: Stitch estaba sorprendido de ver a tanta gente en la estación, y pidió que se les presentara. Habló con un niño de Inglaterra, con una niña de Rusia, y con otra niña también de Inglater

"Brida"

Hace un par de días terminé de leerme el primer regalo que me dejó Fede, "Brida", de Paulo Coelho. Tengo que decir de frente que no soy fan de Coelho, y que definitivamente no soy fan del tema tratado en su novela--que realmente no era una novela, era más bien una corta y aburridamente redactada biografía de Brida O'Fern, una bruja irlandesa. Bueno, una hechicera irlandesa. En la edición que leí habían 258 páginas, lo que me trajo a un tiempo de lectura de 3 días. Estoy contenta de saber que no he perdido mi habilidad de lectura rápida. Si yo fuera una hechicera, creo que ese sería mi Don. Hay gente con el Don de ver espíritus, hay otros con el Don de leer la mente... "Natalya, ¿cuál es tu Don?" Ajem--diría, poniendo la frente en alto, muy orgullosa de mi Don: "Mi Don es la lectura rápida". Ja. Volviendo a Brida--en general no me gustan las biografías, ni mucho menos las que son tan cortas. Claro que el "Relato de un Náufrago" de Gabriel Ga