Cuando el invierno comenzó más temprano de lo normal en noviembre del año pasado, los alemanes lo tomaron como un augurio de que el invierno terminaría más temprano. Mentiritas. Este invierno no termina nunca.
Ben Wettervogel (Ben Ave-del-Clima) insiste todas las mañanas en que el sol va a salir eventualmente. Bueno, tiene razón en cierta forma: el sol siempre sale, el cuento es que a veces el cielo está tan, pero tan nublado que puede salir el sol muy bonito y muy brillante, pero no se ve. Me gustaría que el viejo Ben me dijera, "A ver, vieja Nata, el sol sí va a salir, pero va a estar tapao por nubarrones, entonces no te me emociones, ¿sí, mi reina?" Porque Ben es cojteño y por ende debe hablar como tal, ¿no? Ben me miente todas las mañanas. Este invierno no termina nunca.
Tengo una amiga, colega bloguera (¿bloggera? ¿blogguera?), que me dice que ya están floreciendo sus flores, y que presiente que ya se termina el inverno. Mentiritas. Yo estoy segura que esta es una conspiración que ella tiene montada con la Sra. Merkel para que yo me quede en este país. Claro, como ya se les fue Karl-Theodor Maria Nikolaus Johann Jacob Philipp Franz Joseph Sylvester Freiherr von und zu Guttenberg, entonces tienen miedito que también yo me vaya. Como dije, mentiritas: este invierno no termina nunca.
Hasta mi iPhone me ha estado mintiendo últimamente: me dice que el clima va a subir a 2 o 3 sobre 0, pero en el momento más frío del día está a 2 o 3 bajo cero, y al momento más caliente del día "sube" a 0. Eso es trampa. Y lo que más dolida me tiene es que Steve Jobs haya creado un aparato que lanza mentiritas... Y yo que creía que no había una App para mentiritas...
Pero ya hasta los alemanes están cansados de este clima. Ya nadie quiere más. Ya no más frío, ya no más gris, ya no más nubes, ya no más nieve. Ya que se derrita la que queda, y que empiecen a nacer las flores. Que canten los pajaritos, que se vea más que las gaviotas de Nemo que solo piden "mía, mía, mía".
Los alemanes están alterados, están alebrestados. Ayer vi a dos personas gritando en la calle. En dos oportunidades diferentes; es decir, no se estaban gritando el uno al otro, sino que en dos situaciones diferentes había dos alemanes diferentes levantando la voz por motivos diferentes. Para entender la gravedad del asunto, hay que entender que en Alemania hay una LEY que prohíbe que el nivel de decibeles en los espacios públicos suba sobre cierto límite. De modo que sí, es ilegal gritar en este país. Eso que nosotros hacemos en Barranquilla, eso de asomarnos a la ventana y ponernos al día con la vecina, eso no se ve aquí. Eso de gritar por la ventana, "Mamiiiii, que no se te olvide traerme postreeeeee" mientras la mamá está prendiendo el carro en el parqueadero y dice, "¿Qué quéeeeeee?" y una repite "que no se te olvide traerme postreeeeeee" y ya todo el edificio, y el de al lado, se enteraron que una tiene ansias de postre, y que rompió la dieta... Eso, eso no se hace aquí. ¡Pero es que hasta está prohibido hablar por celular en el bus!
La excusa de estos dos alemanes alebrestados es que están cansados del clima. Y como todos estamos cansados del clima, todos los entendemos. Casi nos da un poquito de envidia que no seamos nosotros los del escándalo (yo no lo hago porque me da miedo que me deporten...).
Ya no más. Ya. No. Más.
Ya que llegue el calor. Que lleguen los pajaritos que vuelven locos a las 5 a.m. Que lleguen las flores y sus alergias. Que lleguen los árboles cargados de frutas (claro que aquí también es como ilegal coger fruta de árbol ajeno; no es como en Barranquilla, que el palo'e'mango y el palo'e'mamón son comunitarios...). Que lleguen las brisas de aire caliente. Que lleguen las noches que empiezan a las 11 p.m. Que lleguen los europeos empelotos en los parques (yo creo que seré una de ellos). Que lleguen los paseos en bicicleta a la playa. Que llegue el momento de usar bloqueador solar. Que llegue la primavera, y que llegue el verano. Y que llegue ya.
Ben Wettervogel (Ben Ave-del-Clima) insiste todas las mañanas en que el sol va a salir eventualmente. Bueno, tiene razón en cierta forma: el sol siempre sale, el cuento es que a veces el cielo está tan, pero tan nublado que puede salir el sol muy bonito y muy brillante, pero no se ve. Me gustaría que el viejo Ben me dijera, "A ver, vieja Nata, el sol sí va a salir, pero va a estar tapao por nubarrones, entonces no te me emociones, ¿sí, mi reina?" Porque Ben es cojteño y por ende debe hablar como tal, ¿no? Ben me miente todas las mañanas. Este invierno no termina nunca.
Tengo una amiga, colega bloguera (¿bloggera? ¿blogguera?), que me dice que ya están floreciendo sus flores, y que presiente que ya se termina el inverno. Mentiritas. Yo estoy segura que esta es una conspiración que ella tiene montada con la Sra. Merkel para que yo me quede en este país. Claro, como ya se les fue Karl-Theodor Maria Nikolaus Johann Jacob Philipp Franz Joseph Sylvester Freiherr von und zu Guttenberg, entonces tienen miedito que también yo me vaya. Como dije, mentiritas: este invierno no termina nunca.
Hasta mi iPhone me ha estado mintiendo últimamente: me dice que el clima va a subir a 2 o 3 sobre 0, pero en el momento más frío del día está a 2 o 3 bajo cero, y al momento más caliente del día "sube" a 0. Eso es trampa. Y lo que más dolida me tiene es que Steve Jobs haya creado un aparato que lanza mentiritas... Y yo que creía que no había una App para mentiritas...
Pero ya hasta los alemanes están cansados de este clima. Ya nadie quiere más. Ya no más frío, ya no más gris, ya no más nubes, ya no más nieve. Ya que se derrita la que queda, y que empiecen a nacer las flores. Que canten los pajaritos, que se vea más que las gaviotas de Nemo que solo piden "mía, mía, mía".
Los alemanes están alterados, están alebrestados. Ayer vi a dos personas gritando en la calle. En dos oportunidades diferentes; es decir, no se estaban gritando el uno al otro, sino que en dos situaciones diferentes había dos alemanes diferentes levantando la voz por motivos diferentes. Para entender la gravedad del asunto, hay que entender que en Alemania hay una LEY que prohíbe que el nivel de decibeles en los espacios públicos suba sobre cierto límite. De modo que sí, es ilegal gritar en este país. Eso que nosotros hacemos en Barranquilla, eso de asomarnos a la ventana y ponernos al día con la vecina, eso no se ve aquí. Eso de gritar por la ventana, "Mamiiiii, que no se te olvide traerme postreeeeee" mientras la mamá está prendiendo el carro en el parqueadero y dice, "¿Qué quéeeeeee?" y una repite "que no se te olvide traerme postreeeeeee" y ya todo el edificio, y el de al lado, se enteraron que una tiene ansias de postre, y que rompió la dieta... Eso, eso no se hace aquí. ¡Pero es que hasta está prohibido hablar por celular en el bus!
La excusa de estos dos alemanes alebrestados es que están cansados del clima. Y como todos estamos cansados del clima, todos los entendemos. Casi nos da un poquito de envidia que no seamos nosotros los del escándalo (yo no lo hago porque me da miedo que me deporten...).
Ya no más. Ya. No. Más.
Ya que llegue el calor. Que lleguen los pajaritos que vuelven locos a las 5 a.m. Que lleguen las flores y sus alergias. Que lleguen los árboles cargados de frutas (claro que aquí también es como ilegal coger fruta de árbol ajeno; no es como en Barranquilla, que el palo'e'mango y el palo'e'mamón son comunitarios...). Que lleguen las brisas de aire caliente. Que lleguen las noches que empiezan a las 11 p.m. Que lleguen los europeos empelotos en los parques (yo creo que seré una de ellos). Que lleguen los paseos en bicicleta a la playa. Que llegue el momento de usar bloqueador solar. Que llegue la primavera, y que llegue el verano. Y que llegue ya.
Con razón a Shakira está teniendo tanto éxito con su CD "sale el sol"... porque en cualquier momento (dice Shaki, estonces debe ser verdad.. como dices tu "verdá verdá") en cualquier momento sale el sol. Creo que hay que invitar a Shaki a Kiel... a ver si de pronto decide cambiar parte de la letra o escribe alguito para esos alemanes que tambien están cansados de que aún no sale el sol...
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